Abr 06, 2025 / 15:41

Pega quema forestal a "palmitas"; llegan a primeros vendedores a Veracruz

Patricia Aguilar Pardo

Veracruz, Ver.- Con 35 años dedicado a la venta de “palmitas” para la celebración del Domingo de Ramos, el señor Alejandro León Guerrero, proveniente de la ciudad de Tehuacán, Puebla; ha tenido que sortear diferentes situaciones para poder mantener esta actividad, que se ha convertido en una tradición en su familia: La quema forestal, que encarece el precio del material, en este caso la palma; además de la falta de interés de las nuevas generaciones para la elaboración de palmas y ramos que se utilizarán en esta fiesta católica.


Menciona que cada año esperan el Domingo de Ramos, y en vehículos particulares trasladan su mercancía al municipio de Veracruz para ofrecerla a los feligreses.


Al cuestionar a Don Alejandro si ha escaseado el material para la elaboración de palmitas y otros objetos relacionados al Domingo de Ramos, dijo:
“Sí, sí ha escaseado, los incendios forestales han quemado las plantas y tardan muchos años en crecer. Aquí no es que suba de precio, aquí es que hay que hacer reforestación”, dijo el señor Alejandro quien reconoció que no hay un programa de reforestación para resarcir el daño al medio ambiente y recuperar, a largo plazo, la palma, sino que debe haber voluntad del pueblo para hacerlo.


A una semana para que inicie la Semana Santa, vendedores de las tradicionales "Palmitas" ya se encuentran instalados en el exterior de la Iglesia del Cristo de esta ciudad de Veracruz.


Cada año, previo a la llegada de la Semana Santa, comerciantes de diferentes partes del país y del estado, comienzan a llegar a los alrededores de la Iglesia del Cristo del Buen Viaje.


En cuanto a precios, estos no han variado con relación a los del año pasado, sobre todo porque ellos mismos confeccionan las palmitas que venden; hay de palma natural de entre 25 a 30 pesos, y algo más elaborado llega a costar hasta 60 pesos, pero no más.


*Las nuevas generaciones ya no quieren elaborar “Palmitas”


Lamentablemente, cada vez son menos los jóvenes que quieren elaborar la estrella de palma, la palmita, rellenar y decorar las bolsitas con trigo.


“Ya se está perdiendo, nosotros tratamos de mantenerlo, pero, por lo mismo, como no es nada seguro, ya lo hacemos más por costumbre, que, por negocio, el resto del año nos dedicamos al campo. Mis hijos sí siguen, los seguimos jalando para que sigan estas tradiciones”, concluyó el comerciante.

CD/GL

Únete a nuestro canal de Whatsapp y entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Notas del día: