Washington.- Varios artistas cancelaron sus presentaciones en el Kennedy Center, una emblemática institución cultural de la capital de Estados Unidos que acaba de ser rebautizada como Trump-Kennedy Center por su junta directiva, integrada por allegados del presidente republicano.

Músicos que debían tocar a fin de año anunciaron la cancelación de sus funciones, lo que provocó la ira de Richard Grenell, presidente de la institución.

“Los artistas que ahora están cancelando espectáculos fueron contratados por el anterior liderazgo de extrema izquierda”, escribió Grenell, en X .

“Las artes son para todos y a la izquierda le enfurece eso”, añadió, al denunciar un supuesto “boicot”.

Convicciones políticas

Sus acciones demuestran que el equipo anterior estaba más preocupado por contratar a activistas políticos de extrema izquierda que a artistas dispuestos a actuar para todos, independientemente de sus convicciones políticas. Boicotear las artes para demostrar apoyo a las artes es una forma de síndrome de trastorno obsesivo-compulsivo. Las artes son para todos y la izquierda está furiosa por ello, añadió.

La ola de cancelaciones sigue a la noticia de que el baterista y vibrafonista Chuck Redd canceló un antiguo concierto de jazz de Nochebuena en el centro en protesta por el cambio de nombre.

En respuesta, el director del Centro Kennedy exigió un millón de dólares a Redd , calificando la medida de “maniobra política”.

“Su decisión de retirarse en el último momento –explícitamente en respuesta al reciente cambio de nombre del Centro, que honra los extraordinarios esfuerzos del presidente Trump por salvar este tesoro nacional– es una intolerancia clásica y muy costosa para una institución de arte sin fines de lucro”, escribió el presidente del Kennedy Center, Grenell, en una carta a Redd.

El supergrupo de jazz The Cookers anunció en su sitio web que no actuará en una serie de dos conciertos de Nochevieja .

“El jazz nació de la lucha y de una insistencia incansable en la libertad: libertad de pensamiento, de expresión y de la voz humana plena”, escribió el grupo en un comunicado. “Algunos de nosotros llevamos décadas haciendo esta música, y esa historia aún nos moldea.

Racismo manifiesto

“No le damos la espalda a nuestro público y queremos asegurarnos de que, cuando volvamos al escenario, la sala pueda celebrar la presencia total de la música y de todos quienes la hacen”, indicó el texto.

“Nunca consideraría siquiera actuar en un lugar que lleve un nombre (y esté controlado por el tipo de junta) que representa el racismo manifiesto y la destrucción deliberada de la música y la cultura afroamericana”, agregó Billy Harper, un saxofonista del grupo, en una declaración a Jazz Stage.

El baterista de Cookers, Billy Hart, dijo a The New York Times que el grupo estaba preocupado por posibles represalias contra ellos por su cancelación.

La compañía de danza Doug Varone and Dancers, cuya presentación estaba prevista para abril de 2026, también anuló sus funciones.

“A raíz de la última decisión de Donald Trump de renombrar la sala en su honor, ya no podemos permitirnos, ni pedirle a nuestro público, poner un pie en esta institución antaño prestigiosa”, señaló.

“El Centro Kennedy recibió su nombre en honor a nuestro 35 presidente, quien creía fervientemente que las artes eran el corazón palpitante de nuestra nación, así como parte integral de la diplomacia internacional. Esperamos que dentro de tres años, el centro y su reputación recuperen esa gloria.”

Kristy Lee, una cantante de folk, confesó en las redes sociales que cancelar su concierto previsto para enero de 2026 “duele”.

“Así es como pago mis facturas. Pero perder mi integridad me costaría más que cualquier salario.”

Artistas como Issa Rae, Peter Wolf, Rhiannon Giddens, Low Cut Connie, Coro de Hombres Gay de Washington, Hamilton (toda la temporada), Billy Harper y Lin-Manuel Miranda también se han retirado de las actuaciones en el Kennedy Center desde que Trump regresó al cargo.

Por su parte, el banjista de bluegrass Randy Barrett, quien se presentará en el Kennedy Center el próximo mes, declaró a la agencia Ap que estaba “profundamente preocupado por la politización” del recinto y que respetaba a quienes habían cancelado, pero siente que “nuestro país tribalizado necesita más música y arte, no menos. Es una de las pocas cosas que nos puede unir”.

La Casa Blanca anunció el 18 de diciembre que el Kennedy Center pasaría a llamarse Trump-Kennedy Center tras una votación unánime de junta directiva.

Disminuyen ventas de entradas

Miembros de la familia Kennedy y legisladores demócratas han criticado la decisión de la administración Trump de cambiar el nombre del Centro Kennedy, que fue establecido por ley y sólo puede ser renombrado por el Congreso, según observadores legales.

La nueva dirección de la institución ha eliminado además los espectáculos de drag y los actos que celebran a la comunidad LGBT+.

En cambio, ha organizado conferencias de la derecha religiosa y ha invitado a artistas cristianos.

Donald Trump ha argumentado que salvó el centro del deterioro. Ha mostrado un interés inusual para un presidente en las operaciones diarias y la estética de la institución, promocionando posibles cambios de diseño, incluyendo reposabrazos de mármol .

La semana pasada, Trump se convirtió en el primer presidente en ser anfitrión de la ceremonia anual de honores del Centro Kennedy, aunque según se informa, el acto tuvo 35 por ciento menos de espectadores que el año pasado.

Según la prensa estadunidense, la venta de entradas ha disminuido desde la llegada del nuevo consejo de administración.

Con información de: La Jornada

CD/AT