Dic 31, 2025 / 14:34

Veracruz: El poder vuelve al territorio

La toma de protesta de Rosa María Hernández Espejo como presidenta municipal de Veracruz no fue un simple acto protocolario. Fue, en los hechos, una declaración política de fondo. Con la presencia de la gobernadora de Veracruz Ingeniera Rocío Nahle y más de mil ciudadanos en el Teatro de la Reforma, el mensaje fue claro. El nuevo gobierno municipal busca legitimarse desde el respaldo popular y la alineación con el proyecto estatal y federal de la Cuarta Transformación.

Hernández Espejo llegó al cargo con un discurso que marcó distancia de la política tradicional. Al insistir en que su triunfo es una “victoria colectiva”, colocó el énfasis en el papel de la ciudadanía como actor central del poder público, una narrativa que conecta con un electorado cansado de gobiernos alejados de la gente y capturados por intereses privados.

Uno de los anuncios más relevantes fue el rescate de los servicios públicos concesionados, particularmente el agua y el alumbrado. No es un tema menor. En Veracruz, la privatización de servicios ha sido sinónimo de conflicto social, opacidad y tarifas impopulares. Al afirmar que “el agua no es una mercancía, es un derecho”, la alcaldesa no solo fija postura ideológica, sino que se coloca en una ruta de confrontación con intereses económicos que históricamente han influido en la vida municipal. Será ahí donde se mida la capacidad política y jurídica de su administración.

El mensaje sobre honestidad, “no se negocia”, apunta directamente a una de las principales demandas ciudadanas. Poner fin a la impunidad. Hernández Espejo fue cuidadosa al matizar. No habrá persecuciones, pero tampoco encubrimientos. El reto será sostener esa línea sin caer en ajustes de cuentas ni simulaciones, una tentación recurrente en los cambios de gobierno.

En el plano social, la apuesta por programas de apoyo alimentario, becas de transporte y cuidados para adultos mayores y niñas y niños refleja una visión de gobierno con enfoque social y territorial. Los “lunes ciudadanos” y “jueves en la colonia” buscan recuperar la cercanía perdida entre autoridad y población.

Finalmente, la solicitud pública de respaldo a la gobernadora de Veracruz para atender la regularización de colonias y unidades habitacionales revela un reconocimiento de los límites municipales y la necesidad de coordinación intergubernamental. Veracruz enfrenta rezagos estructurales que ningún ayuntamiento puede resolver en solitario.

Rosa María Hernández Espejo inicia su gestión con capital político, expectativas altas y un discurso alineado con la transformación nacional. El desafío será convertir las palabras en resultados, sostener la austeridad prometida y demostrar que el poder, cuando vuelve al territorio, puede transformar realidades y no solo narrativas.

CD/YC

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