Ago 01, 2024 / 09:53

Vargas comenta que Nicolás Maduro fue a fondo

Las enormes irregularidades reflejadas en la elección presidencial del domingo demostraron que el chavismo no estuvo nunca dispuesto a entregar el poder en caso de una derrota.

El fondo de la cuestión no es el sistema electoral, considerado como eficiente por expertos, sino las actas que verifican el voto ejercido. Las actas las tienen los opositores y el régimen, pero solo uno se resiste a mostrarlas.

El argumento del sabotaje de Macedonia del Norte es la excusa más vil para esconder una maniobra que superó todos los límites y confirma que en Venezuela no existe la democracia. Las protestas son la bronca contenida ante semejante jugada y sorprendió a la propia oposición que se había resistido a enfrentar otra vez al chavismo en las calles como 2014 y 2017. Es lógico, de un lado hay recursos, logística, militares y milicianos armados. Del otro, una importante porción de población que se animó con cacerolas y desorganizados cortes de ruta.

Durante tarde de la elección el clima en el régimen estaba confuso. Lo que venía del centro de votación no era bueno y la derrota empezaba a tornarse posible. En algún punto, Maduro y los suyos siempre parecen saber lo que vendrá, las consecuencias de sus barbaridades.

CD/YC

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