Nov 24, 2025 / 13:46

UNAM alerta: los glaciares de México están desapareciendo y así te afecta

- La UNAM alerta que los glaciares de México podrían desaparecer en cinco años. Conoce cómo afectaría a la población y al medio ambiente

La pérdida de hielo en el mundo avanza con rapidez y México no es la excepción. La UNAM advirtió que los glaciares que aún quedan en el país podrían desaparecer en los próximos cinco años. Pero ¿cómo afectaría esto a la población?

Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los glaciares del Popocatépetl, Iztaccíhuatl y Citlaltépetl (Pico de Orizaba) están a punto de desaparecer, lo que representa una amenaza no solo ambiental, sino también hídrica, ya que los glaciares son depósitos naturales de agua dulce.

Así han desaparecido los glaciares de México

Las montañas más altas del país, el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y el Citlaltépetl (Pico de Orizaba), han perdido entre el 80% y el 100% de su cobertura glaciar desde los años 60.

  1. Popocatépetl: en los años 60, el volcán aún contaba con pequeñas masas de hielo permanente. Sin embargo, la combinación del aumento de temperatura y su reactivación en 1994 aceleró el deshielo. Para 2025, ya no queda ningún glaciar activo en esta montaña.
  2. Iztaccíhuatl: mantiene solo el 10% de su hielo original. De las 120 hectáreas que tenía, quedan apenas 12, distribuidas en tres fragmentos de glaciares.
  3. Citlaltépetl (Pico de Orizaba): es el que conserva más hielo, pero también ha perdido el 82% de su superficie glaciar. De 204 hectáreas en los años 60, solo sobreviven 37.

La reducción ha sido documentada con estudios de campo, imágenes satelitales, cartografía especializada y drones. Las comparaciones entre 2002 y 2013, por ejemplo, muestran un retroceso acelerado en el Iztaccíhuatl.

¿Cómo te afecta la desaparición de los glaciares?

El 70% del agua dulce del planeta está almacenada en el hielo. Aunque los glaciares mexicanos no son comparables en tamaño con los de otras regiones, su pérdida sí tiene consecuencias locales graves.

Las comunidades cercanas a estas montañas dependen del deshielo estacional para alimentar ríos, corrientes y manantiales. A medida que estas fuentes se agotan, aumenta la presión sobre otras reservas, como presas y acuíferos, muchos de los cuales ya enfrentan sobreexplotación.

Además, los glaciares cumplen una función ecológica: regulan la temperatura y humedad de los ecosistemas de alta montaña y estabilizan las cuencas hidrográficas. Su desaparición altera estas dinámicas y pone en riesgo especies endémicas que dependen de esas condiciones.

A pesar de la gravedad del problema, México no cuenta con leyes específicas para proteger sus glaciares, advierte la UNAM. Esto limita las posibilidades de respuesta institucional ante un fenómeno que impacta directamente en:

  • Disponibilidad de agua en zonas montañosas
  • Regulación térmica de ecosistemas
  • Estabilidad de cuencas hidrográficas
  • Conservación de especies endémicas de alta montaña

¿Qué se puede hacer?

El freno al calentamiento global es la única estrategia efectiva para evitar que desaparezcan por completo los glaciares mexicanos. La UNAM propone tres líneas de acción:

  • Reducción urgente de emisiones de gases de efecto invernadero
  • Protección activa de áreas naturales, especialmente en zonas de alta montaña
  • Educación ambiental desde edades tempranas para crear conciencia sobre el valor del agua y los ecosistemas

Mientras tanto, la desaparición del hielo continúa avanzando, dejando no solo paisajes irreconocibles, sino también desafíos reales para la gestión del agua en México.

Con información de: Excélsior

CD/VC

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