Sep 04, 2023 / 08:45

Una breve línea del tiempo de la gobernanza de mujeres

1923 fue el año en que las mujeres votaron por primera vez, aunque sólo pudieron hacerlo quienes vivían en Yucatán. Fue un gran suceso para lo que vendría después.

Beatriz Peniche Barrera, Elvia Carrillo Puerto y Raquel Dzib Ciseron se convirtieron en las primeras mujeres en la historia de México, en ser elegidas por las personas para redactar leyes.  

El momento más esperado de la historia. Era un sábado de viento fresco y cielo azul, de nubes borregadas y sol brillante como la esperanza cuando las mujeres fueron reconocidas como ciudadanas. En el calendario se marcaba el año de 1953, ¡por fin el sueño se había hecho realidad, las mujeres mexicanas podían votar y ser votadas a lo ancho y largo de nuestro país!

Dos años después en 1955, un domingo muy temprano, mujeres de todo el país sintieron por primera vez la emoción de participar en unas elecciones. Como resultado de esa jornada 4 nombres se sumaron a la lista de las mujeres diputadas: Margarita García Flores, Marcelina Galindo Arce, Guadalupe Urzúa Flores y Remedios Ezeta Uribe.    

En las elecciones del 3 de julio de 1955 las mujeres mexicanas acudieron por primera vez a las urnas para votar en una elección federal.

Luego vendría una gran interrogante. ¿Qué pasaría si las mujeres dirigieran el mundo? Si las mujeres dirigieran el mundo el mundo sería un lugar mejor. Eso es lo que cree Dee Dee Myers, analista política y primera mujer en ocupar el cargo de Secretaria de Prensa en la Casa Blanca durante el gobierno de Bill Clinton.

Hasta hace poco tiempo, la idea de que las mujeres podían dirigir el mundo parecía un tanto ridícula, más cerca de la ciencia ficción que un tema para discutir seriamente.  

Las mujeres carecían claramente de la capacidad intelectual y de la fortaleza emocional para tomar las decisiones difíciles que requiere el liderazgo. No era discriminación, era biología: era sólo la forma en que estábamos hechas las mujeres.

Las mujeres saben gobernar mejor que los hombres porque buscan la paz y no la guerra.

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