Ene 13, 2025 / 16:23

¿Un futuro sin fauna?, las especies en peligro de extinción según la UNAM

Expertos de la UNAM advierten que la flora y fauna están en riesgo debido a la pérdida de su hábitat, causada por el avance urbano y los efectos del cambio climático

La megalópolis mexicana, que abarca la Ciudad de México y los estados de México, Querétaro , Hidalgo , Morelos , Puebla y Tlaxcala, enfrenta una crisis ambiental que pone en riesgo la supervivencia de diversas especies animales y vegetales.

Los expertos David Alexander Prieto Torres y Pablo César Hernández Romero, profesores de la carrera de Ecología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, explicaron que el crecimiento descontrolado de la urbanización y el aumento de las temperaturas debido al cambio climático están fragmentando los hábitats naturales, lo que dificulta la subsistencia de la fauna y flora locales.

La fragmentación de los ecosistemas representa una de las mayores amenazas para la biodiversidad y el equilibrio ambiental en el planeta. Según informó un análisis publicado el 3 de enero, esta fragmentación no solo afecta el funcionamiento de los ecosistemas, sino que también compromete su capacidad para proporcionar servicios esenciales a las comunidades humanas.

¿Qué especies pueden dejar de existir?
En la vasta extensión de la megalópolis mexicana, donde la urbanización avanza sin tregua, un grupo de especies lucha por sobrevivir en un entorno cada vez más hostil. Según informaron los académicos de la UNAM en una entrevista para el medio UNAM Global Tv, animales como el Cacomixtle, la zorra gris, el teporingo, el ajolote y el lince, junto con una amplia variedad de aves y plantas vasculares, enfrentan serias amenazas debido a la fragmentación de sus hábitats.

De acuerdo con David Alexander Prieto Torres y Pablo César Hernández Romero, estas especies comparten su existencia con una de las zonas urbanas más densamente pobladas del país. Sin embargo, su supervivencia depende de los espacios verdes que aún persisten en la región, los cuales se encuentran cada vez más reducidos y fragmentados por el crecimiento urbano.

“Aunque estamos acostumbrados a pensar que las ciudades son la antítesis de la biodiversidad, hay casos muy particulares en las que se demuestra que sí puede haber subsistencia y compartir convivencia entre el desarrollo humano y la biodiversidad”, señaló Prieto Torres, responsable del Laboratorio de Biodiversidad y Cambio Global (LABIOCG) de la entidad académica.

El experto destacó que la megalópolis, debido a su diversidad topográfica y climática, junto con su ubicación en una zona de transición ecológica, alberga una sorprendente variedad de especies, muchas de ellas endémicas y en peligro de extinción que habitan las laderas de los volcanes del centro de México.

Asimismo, enfatizó que, dada la creciente relevancia de las ciudades en la conservación ecológica, urbanistas y responsables de la formulación de políticas públicas están promoviendo cada vez más la integración de la naturaleza en el diseño y la planificación urbana.

“Cada vez es más evidente la necesidad de proteger el capital natural y de valorar los servicios de los ecosistemas dentro de las ciudades. No obstante, muchas de las iniciativas de los gobiernos orientadas al diseño e implementación de espacios verdes, incluyendo la recuperación de espacios públicos, se realizan sin considerar aspectos básicos de la ecología de las especies que ya viven en las ciudades o de las que podrían alojar”, alertó el profesor Prieto Torres.

La expansión urbana amenaza la resiliencia climática
Actualmente los científicos de la UNAM están centrando sus investigaciones en la resiliencia climática, entendida como la capacidad de los ecosistemas y las especies para recuperar sus condiciones y propiedades después de haber sido alterados por perturbaciones o cambios en el clima. Esta capacidad es crucial, ya que las alteraciones climáticas intensificadas por la actividad humana están afectando de manera profunda la estabilidad de diversos entornos naturales, poniendo en riesgo la biodiversidad global.

En este contexto, la Ciudad de México destaca como una de las metrópolis más grandes del mundo, y alberga vastas áreas conocidas como “Suelo de Conservación”, que comprenden bosques, matorrales, humedales y zonas agrícolas. Estas áreas cubren casi el 60% de la superficie territorial de la ciudad, lo que equivale a aproximadamente 89,500 hectáreas.

Según los especialistas, estas regiones son fundamentales para la conservación de la biodiversidad y desempeñan un papel clave en el equilibrio ecológico de la zona. Sin embargo, el crecimiento urbano desordenado ha comenzado a transformar y fragmentar estos valiosos ecosistemas.

El avance desmedido de la urbanización está afectando procesos ecológicos esenciales, como la recarga de acuíferos, la captura de carbono y la producción de alimentos, servicios ambientales vitales para la sostenibilidad de la región. Actualmente, más de tres mil hectáreas del suelo de conservación están ocupadas por asentamientos humanos, lo que podría llevar a la extinción local de especies y a un daño irreversible al capital natural de la cuenca de México.

David Alexander Prieto y Pablo César Hernández alertaron que este crecimiento desmedido comprometería la ya limitada capacidad de recarga de los acuíferos, aumentaría la contaminación y reduciría el potencial de las áreas naturales para mitigar los impactos del calentamiento global. Esta situación pondría en riesgo no solo la biodiversidad local, sino también los servicios ambientales esenciales para el bienestar de la población y la sostenibilidad a largo plazo de la región.

Con información de: infobae

CD/WM

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