Tienes sexo, un sexo increíblemente placentero. Tu pareja hace todo lo que te gusta en la cama. Puede que tengas un orgasmo de esos que te hacen ver las estrellas. Y después, te sientes… deprimido, triste, ansioso, desesperado, inexplicablemente decaído, o alguna combinación de estas emociones no tan divertidas.

Bienvenido a la disforia postcoital, también conocida como "tristeza post-sexo".

¿Qué es la disforia postcoital?

La disforia postcoital, o PCD, "se refiere a los sentimientos de profunda tristeza o agitación después del sexo consentido, incluso si el encuentro sexual fue amoroso y placentero", explica el Dr. Lee Phillips, psicoterapeuta y terapeuta sexual y de pareja certificado. (Es absolutamente crucial señalar que la PCD sólo se refiere a experiencias sexuales consentidas, y no a las que fueron resultado de una agresión).

Pero, ¿no se supone que el buen sexo debe hacerte sentir feliz? Después de todo, siempre oímos hablar de las endorfinas y las sustancias químicas de recompensa producidas por los orgasmos y otras formas de placer sexual.

Pues bien, resulta que la PCD es algo bastante común. Esto se debe a que el sexo es una experiencia altamente emotiva, y el efecto posterior de todas esas sustancias químicas cerebrales no siempre se traduce en ese resplandor posterior al sexo.

Los seres humanos somos infinitamente complejos. ¿Es frecuente la disforia postcoital? La tristeza post-sexo es muy común.

En un estudio de 2019 publicado en el Journal of Sex & Marital Therapy, los investigadores dieron un cuestionario en línea a 1,208 hombres cisgénero.

El 41% de los participantes informaron de un episodio de disforia postcoital en su vida. Aunque la disforia postcoital puede ocurrir a cualquier persona de cualquier género, el estudio mostró que las mujeres tienen 2,87 veces más probabilidades de experimentarla en su vida, y eran 1,83 veces más propensas a experimentarla en las últimas 4 semanas.

Un estudio de 2015 publicado en la revista Sexual Medicine analizó a 230 mujeres cisgénero, estudiantes universitarias heterosexuales de Australia, con edades comprendidas entre los 18 y los 55 años.

El 46% de las mujeres dijeron que habían experimentado PCD en el pasado.

Alrededor del 5% de las participantes en el estudio informaron síntomas de disforia poscoital en el último mes.

Aunque los TPC son frecuentes, no conviene ignorarlos si están presentes y afectan negativamente a nuestra vida. Siempre debemos esforzarnos por ser introspectivos en lo que respecta a nuestro bienestar sexual y buscar ayuda cuando la necesitemos.

Si esto es algo que usted o su pareja experimentan, no están solos. Comprender la disforia poscoital es fundamental para encontrar formas de afrontarla.

¿Cuáles son los síntomas de la disforia postcoital?

La tristeza postcoital es un choque emocional que a veces se produce al final del ciclo de respuesta sexual.

Los síntomas comunes de la disforia postcoital son: Irritabilidad Ansiedad Agitación Tristeza Depresión Episodios de llanto Estos síntomas pueden durar unas horas o incluso un par de días. La experiencia de cada persona será diferente y se verá afectada por las medidas que tome después de experimentar los síntomas de PCD.

Experimentar PCD puede ser increíblemente chocante, ya que la tristeza no es la forma socialmente prescrita de sentirse después de una experiencia sexual consentida.

La doctora Sarah Melancon, socióloga, sexóloga clínica y experta residente en The Sex Toy Collective, explica que la PCD puede ser especialmente desconcertante cuando la experiencia sexual fue muy placentera y se produjo en el contexto de una relación satisfactoria.

¿Cuáles son las causas de la depresión post-sexo?

Vale, ya sabemos que el PCD significa estar triste después del sexo, pero ¿qué es lo que provoca esta situación tan molesta? Por desgracia, los expertos siguen tratando de averiguarlo. "Los investigadores no saben exactamente por qué se produce la disforia postcoital", afirma Melancon.

Se cree que esta afección es el resultado del alto nivel de emocionalidad que conllevan las experiencias sexuales. Y debido a la complejidad de nuestras volubles emociones humanas, las razones por las que se puede experimentar disforia postcoital también son complejas.

Después de todo, hay una razón por la que los franceses se refieren al orgasmo como la petite mort, o la pequeña muerte. Puede ser muy intenso. Según Phillips, puede haber un elemento de unión de pareja en juego.

"Las personas pueden experimentar este trastorno porque el vínculo con su pareja durante las relaciones sexuales es tan intenso que romperlo desencadena tristeza y/o agitación", explica.

Melancon añade que "el sexo y el orgasmo provocan la liberación de varias hormonas, que pueden aumentar la emotividad o hacer que nuestras emociones afloren con más fuerza." Y aunque esto suele inclinarse hacia la felicidad, no todo el mundo experimenta el bajón de las hormonas sexuales de la misma manera.

TL;DR: Hay muchas razones por las que puede producirse una PCD, pero probablemente tenga su origen en la experiencia altamente intensa que es el sexo. ¿Cuáles son las mejores formas de tratar la disforia postcoital?

Si experimenta disforia postcoital, hay muchas cosas que puede hacer para volver a un estado de relajación. Siéntese con las emociones. Cuando sentimos emociones difíciles y dolorosas, nuestra reacción instintiva puede ser alejarlas, pero esto no nos ayuda a largo plazo.

En su lugar, Melancon aconseja que nos sentemos con el sentimiento de tristeza, sin juzgarlo, y le pongamos nombre. "Cuando nos resistimos a nuestras experiencias emocionales, a menudo las empeoramos: lo que resistes, persiste", explica. "Aceptar cómo te sientes en ese momento, aunque no tenga un sentido obvio, te ayudará a superar tus emociones más rápida y fácilmente". Habla con tu pareja.

El buen sexo y las experiencias sexuales positivas tienen sus raíces en la comunicación. Phillips sugiere tener una o dos charlas semanales con tu pareja sobre tu sexualidad y tus sentimientos al respecto. Sentirse apoyado es fundamental para regular sus emociones cuando la PCD golpea.

"También prepara a tu pareja para que no haya sorpresas durante o después del sexo", añade Phillips.

Practica la atención plena. Phillips y Melancon sugieren utilizar la atención plena para calmar la disforia poscoital.

"Centrarse en la respiración o en cómo se sienten los músculos cuando se experimenta disforia postcoital puede eliminar parte del 'aguijón' de las emociones difíciles y permitir que se muevan y se liberen", dice Melancon.

Consulta nuestra guía completa para conocer todas las prácticas eficaces de atención plena. No se trata en absoluto de una lista exhaustiva. Las cosas que nos ayudan a volver a un estado de equilibrio varían mucho de una persona a otra. Puede ser útil sentarse y hacer una lista de todas las actividades y prácticas que te resultan relajantes.

De este modo, dispondrá de un recurso tangible al que recurrir en caso de sufrir un trastorno postraumático.

¿Cuándo se debe buscar ayuda profesional para la disforia postcoital?

"Si la disforia postcoital aparece de vez en cuando, no hay que preocuparse demasiado", dice Melancon. "Todos tenemos variaciones naturales en nuestras experiencias sexuales y emocionales". Sin embargo, si la tristeza postcoital es algo que experimentas con mucha regularidad, o si persiste durante muchos días o semanas, puede ser un buen momento para buscar el consejo de un terapeuta (o de un terapeuta sexual).

Phillips dice que esto es especialmente cierto si tienes antecedentes de trauma sexual, ya que estas experiencias pueden tener efectos psicosomáticos persistentes cuando no se procesan. Si la PCD está teniendo un impacto negativo en su relación y/o vida sexual, esa es otra razón para buscar ayuda.

"A muchas parejas les cuesta comunicarse sobre el sexo en general, y mucho más cuando surge un problema", dice. "Algunos miembros de la pareja pueden tomárselo como algo personal, aunque no sea culpa suya". Tener a alguien que te ayude a resolver estos problemas puede ser un paso positivo hacia la curación.

La disforia postcoital es un fenómeno muy común y habla de las complejidades de la sexualidad humana.

Los estados emocionales muy variados no deberían verse como algo atípico, sino como algo esperable.

Lo importante es que te tomes el tiempo y el espacio que necesites para recuperarte de la disforia postcoital. No estás roto. No estás solo. Vas a superarlo.

Con información de: Men'sHealth

CD/YC