Nov 18, 2024 / 10:27

Sensibilizan con desayuno a ciegas

* La única escuela de Entrenamiento de Perros Guía Para Ciegos en México busca erradicar la discriminación a través de talleres, además de entrenar y donar a los binomios guía a quien lo necesite

Ciudad de México.- Nadie diría que es difícil cortar una enfrijolada y saborear el bocado, hasta que le ponen un antifaz para simular ceguera total. Hubo quien, por no ver, tomó incorrectamente el cuchillo y quiso cortarla con el lomo, en lugar de con el lado de la sierra.

Otros más lo lograron, pero mancharon el mantel de salsa de frijol, por no poder ubicar el espacio que tenían para cortarla o despedazaron sus enfrijoladas por un incorrecto corte que, al pinchar el bocado y tratar de comerlo, se llevó sólo la tortilla entera, regando el pollo por todo el plato.

Nosotros que estamos acostumbrados a ver, sabemos qué es lo que vemos, los colores, las texturas, la ubicación de las cosas, y bueno, ahora que tuvimos la experiencia de desayuno a ciegas, hoy nos ofrecieron enfrijoladas, no es un platillo fácil de comer, nos dimos nuestra buena embarrada, ¿verdad?”, dijo Estela Zenteno Ibarra, comensal que asistió a la escuela de perros guía que se encuentra muy cerca de Cuemanco en la Ciudad de México.

Desayuno a Ciegas es una experiencia que busca sensibilizar sobre la vida de personas que tienen ceguera o baja visión, pero está en riesgo de desaparecer, junto con la única escuela de entrenamiento para perros guía que existe en México.

Desde la entrada de la casa que alberga a la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía Para Ciegos, I.A.P., los participantes eligen si se ponen un antifaz para simular una ceguera total, o si usan unos lentes completamente negros con un pequeño orificio en medio de las micas para experimentar la baja visión con la que viven muchos mexicanos.

Para Claudia Ibarrola, otra de las participantes, ése fue el momento en que cayó en la cuenta de lo que experimenta una persona con ceguera, y lo consideró el momento más difícil

Cuando tienes tus sentidos completos, te levantas todos los días, haces tus actividades y no valoras muchas veces lo que tienes”, detalló.

Otros por poco tiran el jugo; hubo quien se tropezó con las sillas, pero todos compartieron cómo se agudizaron sus otros sentidos incluso sintieron que fueron las enfrijoladas más ricas que habían probado en mucho tiempo, sólo por el hecho de poner atención en saborear.

Ubicar los cubiertos, la forma correcta de agarrarlos, de algo que es muy habitual, para mí pues, de algo que hacemos en automático, se convirtió en una labor a la que tuvimos que poner total atención”, dijo Samuel Mendoza del Ángel, joven participante.

Una vez que terminó el desayuno, inició una charla de explicación, educación y sensibilización.

Para Elia Gutiérrez, tanto el desayuno como las explicaciones, “creo que nos hace empáticos, aprendimos la cuestión legal, los diferentes tipos de perros, los de asistencia, los de compañía, que pueden ser para terapia, para diferentes apoyos, el hecho de haber tenido los lentes con baja visibilidad y el antifaz para el ensayo, se siente, aunque sea por unos segundos, qué vive una persona ciega”.

Katya García, encargada de comunicación digital y formatos accesibles de la organización, pidió a los presentes erradicar del lenguaje palabras como invidente, cieguito, débil visual, referirse sólo al perro guía como binomio, y otras aclaraciones, a fin de que aprendieran cómo referirse y tratar a la persona con ceguera y al perro guía que lo acompaña.

ESCUELA DE PERROS GUÍA

Silvia Lozada es la directora y fundadora de esta organización que entrena y dona a los perros guías a personas con discapacidad visual.

Desde que nace el cachorro de labrador, sus dos años de entrenamiento y los 9 a 10 años que labora como lazarillo de una persona ciega, cada perro le cuesta 500 mil pesos a la organización.

La propia Silva cuenta que lleva 42 años apoyándose de perros guía por su discapacidad visual y que “el primer perro me cambió completamente la vida. Fue un impacto muy grande y pues me lo dieron en Estados Unidos. Ahí tuve la oportunidad de conocer la escuela de perros guía que se encuentra en Michigan y eso me inspiró para fundar una escuela en México y el proyecto de fundar la escuela lo inicié hace 36 años”.

Relata que, además del entrenamiento de canes, ofrecen talleres de inclusión “porque buscamos que la gente sea consciente de cómo incluir a las personas con discapacidad visual y cómo erradicar la discriminación. Las visitas guiadas tienen costo, son 400 pesos por persona y permiten que la institución tenga fondos para el día a día”.

Explica que tienen deudas, problemas económicos fuertes y que está en riesgo su permanencia. Y es que, durante la pandemia, no pudieron ofrecer los servicios.

Actualmente tienen que sostener a 12 cachorros en periodo de socialización, cuatro adultos en entrenamiento y 17 canes ya trabajando con personas ciegas.

CD/YC

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