Dic 18, 2025 / 08:40

Rocío Nahle: Gobernar con carácter, trabajo y amor a Veracruz

Hablar de Rocío Nahle García es hablar de una mujer que no se disfraza para la política. No posa. Actúa. No improvisa. Trabaja. Y no promete desde la distancia, sino desde el territorio. “No les voy a fallar y lo que me mantiene aquí es mi profundo amor a Veracruz”, dice, y esa frase no es consigna; es declaración de principios.

Nahle gobierna con una visión de largo plazo, convencida de que Veracruz no se transforma con ocurrencias ni con discursos huecos, sino con trabajo constante, diálogo y respeto a la ley. Su idea de gobierno es clara. Uno abierto, sin discriminación, incluyente y enfocado en quienes durante años estuvieron en el olvido. “Todo nuestro trabajo será por amor a Veracruz”, repite, y lo traduce en presencia, decisiones y resultados.

Se formó en la oposición, en la calle, como activista. Marchó, defendió a Pemex y lo hizo sin violencia, convencida de que las causas se sostienen con argumentos y congruencia. Esa raíz explica mucho de su carácter. Directo, firme y poco dado a la simulación. No se pierde en el camino porque entiende que la madurez política se construye con trayectoria.

Como mujer, la gobernadora de Veracruz ingeniera Rocío Nahle sabe que su papel trasciende el cargo.

“Estamos abriendo camino para nuestras hijas y nuestras nietas”, afirma. Reconoce que ser mujer en la política mexicana de hoy es motivo de orgullo, pero también de responsabilidad histórica. Por eso impulsa a otras mujeres, cree en el trabajo en equipo y rechaza la competencia mezquina. Para ella, avanzar es hacerlo juntas.

Su forma de gobernar parte de una premisa sencilla. Escuchar. “Gobernar es escuchar al pueblo”, insiste. Por eso es una servidora pública de puertas abiertas, dispuesta a dialogar, a aceptar propuestas viables y a encontrar puntos comunes. Respeta la libertad de expresión y de pensamiento, pero no tolera la difamación ni la mentira. El respeto, dice, es de ida y vuelta.

Nahle es ingeniera y eso se nota. Supervisa, revisa, se fija en los detalles. Cree que lo que no está bien debe corregirse, no ocultarse. “No hay que cerrar los ojos”, advierte. Aprendió de Andrés Manuel López Obrador que es mejor más territorio y menos escritorio, y aplica esa máxima con disciplina. Se levanta temprano, mantiene una agenda intensa y no concibe gobernar desde la comodidad.

Es directa, enérgica, apasionada y leal. Le gustan los retos, es competitiva y no suelta una idea hasta verla concluida. Cuida su prestigio y su imagen no por vanidad, sino por responsabilidad pública. Exige transparencia porque la valora. Observa las formas, las maneras y entiende que el fondo también se comunica desde los detalles.

Tiene poder de convencimiento y sabe generar alianzas. Es idealista, pero no ingenua. “Tampoco se puede cegar a una realidad”. Confía en su gabinete, reconoce el respaldo ciudadano y sabe que la gente evalúa. Hay un pueblo politizado, dice, y eso le parece maravilloso.

A poco más de un año de gobierno, se declara feliz y orgullosa. El tiempo se le ha ido rápido, quizá porque cuando se gobierna trabajando, los días no alcanzan. En los pocos momentos libres, disfruta de su familia, de una carne asada, de lo simple. Porque también ahí está la política real. En no olvidar de dónde se viene.

Rocío Nahle gobierna como es. Disciplinada, inquieta, receptiva y con carácter. Sin estridencias, pero sin titubeos. Con una idea fija. Veracruz merece lo mejor, y ella está dispuesta a entregarlo con todo su tiempo, su energía y su convicción.

CD/YC

Otras: