Abr 08, 2025 / 12:03

Rinden homenaje a la trayectoria del historiador Ricardo Pérez Montfort

El interés de Ricardo Pérez Montfort (a la derecha) por los sones jarochos, las décimas y los fandangos lo llevó a crear los Encuentros de Jaraneros en Tlacotalpan, junto con un grupo de compañeros de Radio Educación.

México .-La trayectoria del historiador Ricardo Pérez Montfort (1954), especializado tanto en procesos políticos como culturales y quien realizó una extensa biografía del general Lázaro Cárdenas del Río, recibe un tributo con el libro La incansable tarea de mirar lejos: Homenaje a Ricardo Pérez Montfort (Bonilla Artigas Editores). La publicación, coordinada por Carlos Martínez Assad, reúne textos de 16 colegas y amigos en torno a la gran diversidad de temas que Pérez Monfort ha abordado a lo largo de más de 40 años de carrera.

¿Cómo se manifestaron sus intereses y cómo ha podido investigar temas tan diversos? El homenajeado contesta a La Jornada por escrito: “Aventuro que se trata de una combinación de inquietudes que desde muy joven fui descubriendo mientras intentaba decidir qué carrera iba a estudiar. Tanto las ciencias sociales como la música, la literatura, la fotografía y el cine me atrajeron desde muy temprano, aunque profesionalmente decidí abocarme más al estudio del ser humano y los diversos quehaceres que lo han caracterizado en el tiempo y el espacio.

“Mis primeros estudios profesionales fueron la antropología y la medicina. Esta última más por intereses de servicio o revolucionarios que científicos, aunque la abandoné muy pronto; en cambio, la antropología me llevó a la historia, que me permitió abrir un amplio horizonte que podía abarcar no sólo con el estudio de la vida política y económica, sino también con el mundo cultural que rodea el quehacer humano.

“Si bien en un principio me dediqué al estudio del mundo maya, no tardé en desviar mi atención a la Revolución Mexicana y al México posrevolucionario. Poco a poco fui incorporando mis demás intereses, como la música, la literatura, la imagen y la representación, a los estudios históricos, gracias a la posibilidades que me ofrecía la historia regional y la de la vida cotidiana. Ambas áreas de investigación apenas se abrían en el horizonte de los estudios históricos cuando cumplía con los requisitos de la carrera de historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

“Terminada la licenciatura, logré ingresar al Centro de Capacitación Cinematográfica porque no estaba tan seguro de querer dedicarme por completo a la historia. En esa misma época trabajaba en Radio Universidad y Radio Educación, muy cerca de la música, que desde muy joven me había despertado cierta vocación. Así, el cine, la fotografía y la música me siguieron rondando durante todo este tiempo.

También ingresé al Centro de Investigaciones Superiores del INAH, que poco tiempo después se convirtió en el Ciesas; ahí trabajé con un equipo que investigaba a los alemanes en México durante los años 30 y 40. Eso me acercó a la historia de las migraciones y de las derechas, temas que seguí trabajando durante mucho tiempo. A finales de los años 80 finalmente incorporé la mayoría de mis intereses bajo un solo y amplio tema al estudiar los estereotipos culturales y su construcción en el México de la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del XX. Cuando escribí e investigué sobre ese tema acudí a la historia de las ideas, las representaciones, la imagen, los sonidos, etcétera. Todo eso me llevó a la búsqueda de una historia cultural con énfasis en el nacionalismo, el regionalismo y lo popular.

Viajes familiares

El interés de Pérez Montfort por la vida cotidiana y las expresiones culturales, en paralelo con la historia política y económica, se dio de manera “casi natural. Desde muy joven viajé con mi familia por buena parte México; las fiestas tradicionales, con su música, danzas, atuendos, comida y demás, me llamaron la atención. Todavía no identificaba claramente lo que era la cultura popular, pero gracias a esos viajes se desarrollaron mis intereses antropológicos. Al mismo tiempo iba leyendo mucha literatura latinoamericana, que oscilaba entre el costumbrismo y el llamado ‘realismo mágico’. La asociaba con mi gusto por la música latinoamericana y la ‘de protesta’ que en los años 60 y 70 se puso de moda entre intelectuales y universitarios.

“Mis padres, científicos y académicos, nos educaron a mis hermanos y a mí con mucha sensibilidad en torno de esa música y esa literatura, que entonces era contestataria y crítica ante la injusticia social y la miseria circundante. Por eso se despertó en mí el interés por la cultura latinoamericana y la popular.

“En el caso de la cultura veracruzana, al parecer mi interés nació a finales de los años 70. Cuando hicimos un par de viajes al sur del estado, escuché por primera vez los sones y acudí a uno que otro fandango. Después, al participar en un grupo de música folclórica latinoamericana, empecé a tocar la jarana y el arpa. Al estar en la radio, mi interés por los sones jarochos, las décimas y los fandangos creció hasta que tuve la fortuna de acudir y organizar, con los compañeros de Radio Educación, los Encuentros de Jaraneros en Tlacotalpan. Como ya estudiaba historia, me empezó a interesar el contexto en el cual surgían y se desarrollaban esas manifestaciones culturales. Después leí y conocí a Antonio García de León y a otros colegas también interesados en la cultura jarocha, y de ahí pa’l real.”

Pérez Montfort desconoce si su labor de historiador ha hecho grandes aportes; sin embargo, reconoce haber estudiado temas que no interesaban a muchos de mis maestros o colegas contemporáneos, como el pensamiento de las derechas, las expresiones culturales populares, las drogas, el cine y la fotografía. Muchos de éstos los incorporé a mis clases en la UNAM, donde fui profesor durante más de 40 años. Traté de mostrar a mis alumnos la enorme variedad de fuentes con las que puede contar un historiador.

No se atreve a decir que gracias a sus trabajos se ha revalorado la cultura popular, pero he tratado de poner un granito de arena. Sí sé que ha adquirido relevancia porque se ha ampliado el horizonte del mundo académico en torno a la cultura.

Actualmente el historiador escribe un libro sobre distintas regiones de México que he conocido a lo largo de mi vida y mi carrera. Un libro que recoge tanto información histórica y geográfica como memorias personales, recuerdos infantiles, adolescentes y de cierto paso de la juventud a la madurez.

La incansable tarea de mirar lejos se presentará mañana a las 18 horas en el Centro Social Veracruzano (avenida Miguel Ángel de Quevedo 687, Coyoacán, CDMX).

Con información de: La Jornada

CD/AT

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