“Este es un tatuaje que representa sus iniciales y el número de su notaria, esta es una marca que el usa para marcar a sus animales, ganado, caballos, yo nunca me había hecho un tatuaje, yo no soy partidaria de los tatuajes. ¿Cuándo se lo hizo?, al inicio de la relación porque él pidió esto como una prueba de amor, él esta tatuado del pecho, espalda, las piernas, los brazos, por todos lados tiene tatuajes entonces cuando él acudió a hacerse un tatuaje me pidió que yo me lo hiciera como una prueba de amor para demostrar que yo realmente lo amaba y que otras parejas anteriores se lo habían hecho y que yo tenía que estar marcada también para que todo mundo supiera que yo ya le pertenecía. Yo no quería y entonces ahí empezaba una discusión, porque me decía porque no te los quieres hacer, no quieres que la gente vea que ya me perteneces porque seguramente y entonces empezaba un sinfín de difamaciones, hasta que me dijo si realmente me amas te lo vas a hacer y yo accedí. Situación de la cual estoy muy arrepentida de hecho ahorita estoy trabajando en un tratamiento para eliminarlos porque a mí me da mucho coraje cada vez que volteo como no nadamas me marco emocionalmente sino también el cuerpo”

Así describe Mónica Taibo Cano parte de lo que vivió durante dos años con su esposo, el notario público número uno de Cosamaloapan, Sergio Hernández Villarino.

Después de dos años de ser víctima de violencia intrafamiliar, violación y amenazas de muerte, Mónica, denunció ante la Fiscalía Especializada en investigación de delitos de violencia contra la familia, mujeres, niños y trata de personas, a su esposo.

En agosto pasado, Mónica se armó de valor y escapó con su hija de la residencia donde vivía con el fedatario, quien además la estafó con 700 mil pesos, dinero que le pidió prestado para el enganche de un auto que prometió le regalaría a ella. El automóvil está a nombre y en posesión del notario.

En redes sociales se viralizó el video donde denunciaba públicamente su martirio.

En entrevista, Mónica Taibo refiere lo que vivió con quien creyó amar y acabó temiendo. “El primer acto violento fue cuando él me pidió dinero, una fuerte cantidad de dinero al inicio de la relación, argumentando que me iba a comprar un carro, pero que en ese momento no tenía disponible el dinero para el enganche…Se me ocurrió un día preguntarle que cuándo me iba a pagar ese dinero, fue la primera vez que se puso muy agresivo, me maltrató físicamente, dijo que yo para qué quería ese dinero si él se encargaba de mantenerme a mí y a mis hijos, que yo le bajara, sino me iba a dar cuenta de cómo era realmente él .

”La vida de Mónica durante los dos años que vivió con Sergio fue un infierno, pues el mismo la obligó a dejar su trabajo, creándole un ambiente de codependencia; hizo que se tatuara el fierro marcador del ganado de su rancho en la espalda, como prueba de su amor; en el antebrazo derecho le tatuaron la firma del sujeto, en la muñeca izquierda el nombre de él, y en el mismo antebrazo el número cinco con palitos, que era el tiempo mínimo que tendrían que vivir juntos.

Sergio la alejó de su familia y su violencia era tal que el hijo menor de Mónica, de 12 años, decidió irse a vivir con su papá; tenía miedo, pues Sergio mató a su mascota, un pastor alemán, delante de ellos, advirtiendo que eso le pasaba a quien se portara mal y la siguiente podría ser ella. El notario tiene tres perros más a quienes golpea salvajemente.

“El con una pistola mató a un perrito con una pistola, porque se estaba portando mal y eso sucedía cuando alguien se portaba mal, entonces que más me valía portarme bien sino podría ser la siguiente, de esto fueron testigos mis hijos, para ellos fue un shock. ¿A sus hijos los maltrató? Psicológicamente sí, de hecho, mi hijo el menor llegó un momento en el transcurso de la relación, que me dijo mamá yo te quiero mucho mamá, pero no puedo seguir aquí, quiero vivir con mi papá”.

La gota que colmó el vaso fue cuando Sergio llevó a su casa a la nueva novia.

“Yo me sentía en algún momento hasta secuestrada y yo al final de la relación, cuando ya él descaradamente me dijo que tenía una novia y que él sí podría lucirse con ella a todos lados y yo no podía salir de la casa y que nadie podía enterarse de cual era realmente nuestra situación, fue cuando yo dije, ya basta, ya basta, porque ya no nadamas hablamos de maltrato psicológico, maltrato físico, agresiones, violencia, amenazas, ya también hablamos de una situación muy humillante, él llevaba a la novia a casa y entonces fue cuando dije hasta aquí”.

Antes que Mónica, dos mujeres más denunciaron por violencia al notario público, quien presume tener dinero e influencia para seguir impune.

Su abogado, Jorge Reyes Peralta, señala la necesidad de tener un código penal único para castigar efectivamente los delitos contra las mujeres.

“En manos de quien tiene la fe pública el estado en el distrito de Cosamaloapan, Veracruz…Qué sociedad tenemos que están todos los días matando a las mujeres, estamos en el impasse del delito de feminicidio, estamos exigiendo los abogados colegiados que se reforme y que exista un código penal único porque tenemos un código penal en cada estado y tenemos problemas después en los elementos del tipo de delito de feminicidio, por lo tanto estamos abogando porque sea un código penal único”.

Si el notario es vinculado a proceso, por ley le retiran el encargo de la notaría, lo que confían ocurra.
Mónica Taibo hace un llamado a las mujeres que viven un infierno similar.

“Que no se queden calladas que no tengan miedo, que no importa el qué dirán, que no importa que la gente te juzgue, porque la gente te critica, la gente cuando desconocen cómo una situación. Qué no tengan miedo”

CD/JV