Jul 10, 2024 / 02:10

Por qué no deberías tomar las conchas marinas de las playas

España - Es época, aquí en el hemisferio norte, de disfrutar con más ahínco si cabe de las playas con la llegada del verano. Ya sea de buena mañana, al calor del sol o por la tarde, es muy habitual dar paseos por la playa y agacharse a ver todos esos tesoros escondidos que, a veces, la marea trae a la orilla del mar. Sin embargo, ese gesto tan habitual de muchas personas de coger conchas marinas en sus paseos puede tener importantes implicaciones ecológicas, éticas e incluso legales.

Las conchas marinas son más que simples objetos bonitos a recolectar como recuerdo aparentemente inofensivo de nuestro tránsito por la playa. Y es que las conchas son un elemento sorprendentemente importante en los ecosistemas costeros. Muchas criaturas marinas, como cangrejos ermitaños, peces pequeños y diversos invertebrados, dependen de conchas marinas vacías como las que cogemos de recuerdo para refugiarse. Los cangrejos ermitaños, por ejemplo, habitan en conchas vacías y se trasladan a otras más grandes conforme van creciendo y aumentando de tamaño.

El hecho de ir eliminando posibles refugios de estos animales reduce su disponibilidad, lo que podría afectar la supervivencia de estas criaturas marinas. Y para los peces pequeños, estas pequeñas conchas vacías también sirven de escondite para protegerse de los depredadores más grandes. Sin estos refugios portátiles, quedan vulnerables y expuestos. Un estudio, publicado en la revista PLOS One, los investigadores comprobaron que las conchas eran más abundantes en las playas durante el período invernal, cuando menos personas visitaban la playa (concretamente la Playa Larga a una hora en coche desde Barcelona) y descubrieron que en zonas con alto flujo turístico, la cantidad de conchas marinas se redujo en un impresionante 60% en comparación con las playas que experimentan menor afluencia de personas, lo que puede tener un efecto crítico para el ecosistema. Y no se trata sólo de proteger la vida marina. Muchas aves utilizan partes de conchas marinas para construir nidos. De ahí que las consecuencias de recoger conchas marinas vaya mucho más allá de lo que imaginamos

"Las conchas son notables porque cumplen múltiples funciones en los ecosistemas naturales", explicó Michal Kowalewski, autor principal del estudio y paleontólogo del Museo de Florida.

Las conchas marinas también contribuyen a la integridad estructural de las playas. Ayudan a prevenir la erosión estabilizando la arena y proporcionando una barrera contra el impacto de las olas y las mareas. Si recogemos demasiadas conchas, este hecho puede acelerar la erosión de las playas, provocando la pérdida de valiosos hábitats costeros y una mayor vulnerabilidad a los daños de las tormentas.

De nuevo, esto no es todo. A medida que las conchas se descomponen con el tiempo, liberan nutrientes esenciales como el carbonato de calcio -del que están compuestas esencialmente- al medio ambiente, lo que ayuda a favorecer el crecimiento de otros organismos formadores de caparazones, ya que este ingrediente es esencial para el crecimiento y desarrollo de otros organismos marinos, incluidos los corales y el plancton. Una nueva prueba de que el océano sustenta muchos ecosistemas delicados. Si algo está fuera de equilibrio, los resultados pueden ser devastadores. Hemos de recordar que cada concha marina desempeña algún tipo de papel ecológico.

En muchas partes del mundo, recolectar conchas marinas es ilegal. Países como Costa Rica, las Bahamas y Filipinas cuentan con leyes que restringen o prohíben rotundamente la retirada de conchas de sus playas; unas regulaciones diseñadas para proteger las especies vulnerables y preservar la belleza natural de la costa. En Reino Unido, la Ley de Protección Costera de 1949 también prohíbe sacar cualquier material natural de las playas públicas. Incluso en Estados Unidos, que aunque la protección legal es más laxa, coger conchas que todavía tengan criaturas vivas en su interior es ilegal en algunos estados como Florida (que tiene cientos de kilómetros de playas).

Teniendo conocimiento de lo nefasto que es ponerse a recoger conchas, en lugar de eso, podrías considerar hacer fotografías de ellas o incluso algo más positivo para el entorno como es recoger la basura que veas cuando te encuentres en la playa. Así disfrutaremos de su belleza sin perjudicar el medio ambiente. Y en vez de ver una triste escena de un cangrejo usando de refugio un recipiente de plástico como vivienda alternativa, podremos contemplarlo tal y como deberíamos: en su hábitat natural dentro de una preciosa concha marina.

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Con información de: Muy Interesante

CD/NR

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