Carlos Celdrán, dramaturgo cubano que desde hace dos años vive en Madrid, sigue dándole batalla al régimen como lo hizo la pintora Antonia Eiriz con sus cuadros controversiales, a quien le dedica la puesta en escena Papier Maché, que se centra en la vida y obra de la artista.

“El arte siempre es crítico y es una batalla porque el totalitarismo tiende a no entender la crítica, eso es un problema que tenemos delante: lograr colocar nuestros discursos dentro del gran discurso oficial”, declaró el escritor en entrevista con La Razón.

La pintora y el autor tienen en común algo más que ser cubanos: son dos artistas que, como varios virtuosos del país, han tenido que sortear los obstáculos del totalitarismo y desarrollar su creatividad, por lo que Carlos Celdrán se siente profundamente identificado con Antonia Eiriz.

“La obra trata de la ética, del intelectual, de su relación compleja, profunda y complicada con el poder, con los contextos históricos, que condicionan mucho qué tipo de arte se debe hacer o no según la ideología, según los puntos de vista que estén predominando”, compartió.

Y, siguiendo el reto de todo teatrista isleño, que es “poder presentar una imagen real de la vida del cubano”, en palabras de Celdrán, ayer por la noche presentó su obra Papier Maché en el Círculo Teatral, en la Ciudad de México.

"Ya no estoy pensando que el cubano cotidiano está viviendo en La Habana, sino que el cubano está en todas partes, y que se tiene que mezclar con otras culturas y reinventarse" : Carlos Celdrán, Dramaturgo

El creador añadió que uno de los mecanismos de poder “puede ser el de la censura o de la autocensura”, tal como lo vivió Antonia, quien dejó de pintar durante 25 años luego de recibir críticas y ataques por polémicas obras que abordaron los problemas políticos y sociales de la isla.

Los más de siete mil kilómetros de distancia entre Cuba y la capital española no son impedimento para que Celdrán pueda olvidarse de su país, comentó que al estar lejos encontró una oportunidad de tener una mirada más desprejuiciada, más libre y mucho más abarcadora sobre las problemáticas existentes.

Y así como lo hacen los artistas latinoamericanos en Miami, Estados Unidos, un lugar que han convertido en un paraje donde se desarrolla el ingenio de quienes han partido de lugares como Cuba, Venezuela o Nicaragua, y recientemente Argentina, para continuar dándole batalla al totalitarismo, Carlos Celdrán ha encontrado apoyo en personas de distintas nacionalidades.

“Miami es un laboratorio de latinidades, es una mezcla de venezolanos, nicaragüenses, cubanos y la comunidad argentina. En el mismo elenco de la obra hay una actriz mexicana, y una actriz cubana que vive en Nueva York”, explicó.

La ciudad estadounidense, donde casi el setenta por ciento de los habitantes son de origen hispano será, y ha sido, clave en la construcción de arte y en el intercambio de experiencias en un contexto en el que América Latina va en retroceso en materia de Derechos Humanos, provocando el desplazamiento forzado de millones de personas, incluyendo a escritores, pintores, actores y músicos.

Con información de: razon.com.mx

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