Durante siglos, los pies de loto eran considerados un símbolo de belleza y distinción entre las mujeres chinas. Sin embargo, la dolorosa práctica de romper los arcos de los pies de las niñas escondía un oscuro objetivo.

¿Qué eran los pies de loto entre las mujeres chinas?
Los "pies de loto" fue una práctica tradicional en China que consistía en vendar los pies de las niñas para reducir su tamaño, considerándose un símbolo de belleza y estatus social. Sin embargo, esta dolorosa costumbre deformaba los pies al romper los dedos y arcos.

Se dice que la práctica de vendar los pies se inspiró en una bailarina de la corte durante el siglo X llamada Yao Niang, quien se vendaba los pies en forma de luna nueva, cautivando al emperador Li Yu, mientras bailaba de puntillas dentro de un loto dorado de dos metros. Con el tiempo, se convirtió en un símbolo de belleza y estatus social.

En China, las mujeres chinas con pies pequeños eran una forma de moneda de cambio. La novia más deseable tenía un pie de tres pulgadas, conocido como pie de loto dorado. Todavía era respetable tener pies de cuatro pulgadas, pero los pies de más de cinco pulgadas se consideraban lotos de hierro, donde las posibilidades de matrimonio eran escasas.

¿En qué consistía el vendaje de pies de loto entre las mujeres chinas?

Esta costumbre implicaba iniciar el vendado de pies en las niñas a edades tempranas, entre los cuatro y siete años de edad, cuando los huesos aún eran flexibles. El proceso incluía romper los dedos y el arco del pie, doblándolos hacia la planta y sujetándolos con vendas apretadas para impedir su crecimiento, logrando una longitud máxima de siete centímetros.

Primero, se sumergían los pies en agua caliente y se cortaban las uñas. Posteriormente, se les daban masajes con aceite a las niñas antes de romper todos los dedos del pie, los cuales eran atados a la suela del zapato formando un triángulo, a excepción del dedo gordo, ya que era el punto de apoyo.

Posteriormente, se tensaba el arco del pie y se vendaba con una tira de seda de tres metros de largo por cinco centímetros de ancho, las cuales se retiraban cada dos días para evitar que las heridas infectaran el pie. Las niñas eran forzadas a caminar grandes distancias para acelerar la rotura de sus arcos. Después de dos años, el proceso estaba completo.

Los pies pequeños se consideraban altamente atractivos y un requisito indispensable para que una mujer pudiera aspirar a un buen matrimonio, especialmente entre las clases altas. Además, unos pies de loto eran vistos como un reflejo de virtud, modestia y obediencia, cualidades valoradas en la sociedad china de la época.

Sin embargo, recientes investigaciones sugieren que los pies de loto en realidad cumplían funciones económicas, sobre todo en el campo, donde las niñas debían permanecer más tiempo sentadas para fabricar productos como hilo, telas, zapatos o redes de pesca, contribuyendo a la economía familiar.

La prohibición de los pies de loto entre las mujeres chinas
Su prohibición marcó el fin de una práctica milenaria que simbolizaba belleza y estatus, pero implicaba sufrimiento y limitaciones entre las mujeres chinas. Aunque se intentó eliminar en varios periodos históricos, fue hasta 1912 que se emitió un decreto oficial prohibiendo el vendado de pies.

Este cambio reflejaba los ideales modernizadores de la época, que buscaban eliminar prácticas consideradas arcaicas y promover una sociedad más igualitaria. Sin embargo, la resistencia cultural y las áreas rurales retrasaron su implementación.

El vendado de pies continuó de manera clandestina en muchas regiones, especialmente entre las clases más tradicionales. Fue hasta la consolidación de la República Popular China en 1949 que la práctica fue erradicada casi por completo.

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Con información de: Excélsior

CD/GU