Abr 03, 2024 / 08:56

Piden a candidatos más propuestas

Luego de lo sucedido en Celaya, Guanajuato, donde en pleno mitin atacaron a la candidata de Morena a la presidencia municipal, en Veracruz hace falta a lo mejor un llamado para trabajar con el pueblo, para el pueblo y de la mano del pueblo.

Alguien debe de llamar a que los candidatos y candidatas hagan una campaña de propuestas, sin denostaciones, a una campaña donde la civilidad sea preponderante, donde el objetivo al final del día sea cada ciudadana y cada ciudadano.

Hoy por hoy, el objetivo son el pueblo, los ciudadanos y ciudadanas, a quienes les urge ver a gobiernos comprometidos de dar resultados, gobiernos con compromisos y voluntad social y política.

Hay necesidad de hacer un llamado a la unidad y a la cercanía con las y los ciudadanos. Los electores quieren escuchar propuestas reales como el tema del agua potable, así como el mejoramiento de la movilidad.

De acuerdo con el Dr. Carlos A. Rivera, especialista en psicología política y posdoctorante en la Universidad de Texas, las campañas negativas tienen un componente “positivo”, ya que activan la participación de los electores durante un proceso electoral.

“¿Qué impacta más: una campaña negativa o de propuestas? Lo que nos dice la experiencia empírica y experimental es que no hay nada mejor, para tener un ciudadano informado, que una campaña negativa”, comentó el experto en comportamiento político.

Durante su participación en el panel ‘Marketing Político’, organizado por la Maestría en Mercadotecnia y Publicidad, adscrita al Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, el Dr. Rivera enfatizó que “todas esas campañas de las que nos gusta quejarnos tanto —de ataque—, en realidad, es lo mejor que le puede pasar a la democracia”.

Reconoció que no es popular decir esto sobre las campañas negras, porque “nos encanta pensar en un mundo rosa, donde todos nos llevamos bien, anuncios de propuestas y demás, pero la realidad nos dice no hay nada mejor que podamos hacer que tener una campaña negativa”.

El investigador expresó que “eso invita a la emoción del electorado, lo prende, hace que las personas se angustien; al angustiarse buscan información, y al buscar información participan. Entonces hay cualquier cantidad de demostraciones que nos indican que una campaña de denostación, de ataque, ayuda más que cuando no la hay”.

Cuando existen diferentes narrativas políticas (mensajes o propuestas), señaló, el electorado hace una ‘segmentación cognitiva’, es decir, frente al ‘ruido’, se busca el discurso que más se adhiere a la identificación partidaria.

Desde la psicología política se explica de la siguiente manera: “La atención que nosotros le prestamos (a un partido o político) está determinada por nuestros rasgos de personalidad, y por un mensaje de campaña negativa. Cuando hay una campaña negativa, ésta interactúa con nuestros rasgos de personalidad para llevarnos a tener atención cognitiva a uno u otro mensaje”.

CD/YC

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