Oct 03, 2023 / 10:10

ORFIS: las auditorías van en serio, no es una simulación. ¿Realmente hay ética pública en el gobierno?

Antes de cada inicio de administraciones municipales o estatal el órgano de Fiscalización Superior del Estado DE Veracruz (ORFIS), sale a relucir con megas, archi, macros, cursos de capacitación para todos los funcionarios con el fin acabar, erradicar, combatir, extinguir, frenar, y todo lo que usted quiera y mande, pero al final eso y nada es lo mismo.

Ahora resulta que a dos años de las actuales administraciones municipales hay un quebranto en la honestidad del manejo de los recursos públicos. Todo hace presumir la comisión de faltas administrativas y/o la presunta existencia de un daño patrimonial en por lo menos 195 ayuntamientos de los 212 que hay en la entidad veracruzana.

O salieron muy “ratas” las administraciones municipales o los cursos de capacitación del Orfis fueron muy chafas, muy patitos y por eso no penetraron en la honorabilidad de los funcionarios municipales.
El Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) observó un presunto daño patrimonial en la cuenta pública 2022 por mil 503 millones 890 mil 803 pesos en 236 entes estatales y municipales.

La auditora general del Orfis, Delia González Cobos se ha cansado de decir que se corten las uñas. Que se hagan manicure, que no se confíen, que las auditorias van en serio que no es simulación, pero siguen sin hacer caso omiso la mayoría de alcaldes, con sus excepciones desde luego.

En muchos casos son observaciones, tienen que solventar lo que se le pide, pero en otras abusan y con dolo hacen traspasos de cuentas que no es válido y se va actuar en consecuencia.

El Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz, más allá de su función sustantiva de revisión de las Cuentas Públicas, desde 2012 ha impulsado acciones preventivas y correctivas, como estrategia para disminuir la recurrencia de observaciones administrativas y de daño patrimonial, así como promover la legalidad, la transparencia y la rendición de cuentas; en suma, contribuir a la mejora de la gestión pública.

Sin embargo, esta Institución admite la importancia de abordar con una visión holística, las causas que originan que los servidores públicos actúen al margen de la legalidad y con ello, obstaculicen el logro de los objetivos que toda acción o recurso público debiera concretar en beneficio de la sociedad.
En el reconocimiento de esta necesidad, el tema de la ética pública es fundamental, en la educación y las motivaciones más profundas de los colaboradores de cualquier organización, nivel, ámbito o sector gubernamental, radica la esencia de lo que será su actuación: consciente de su gran responsabilidad social o proclive a buscar beneficios personales por encima del bien de la comunidad.

El Doctor Oscar Diego Bautista, aporta el texto denominado ¿Cómo abordar la corrupción?
Una vía para su solución a través de la ética pública, en el que revisa este fenómeno que afecta a todos los países, a todas las sociedades, a todos los ámbitos de la vida pública y privada, además de exponer las condiciones socio-políticas e históricas que han permitido su aparición y desafortunado crecimiento: la vinculación de altos niveles gubernamentales; la arraigada cultura de corrupción; la ignorancia de las formas e instrumentos para combatirla; el desinterés; la protección entre sí de quienes corrompen y se dejan corromper; así como los cuantiosos recursos que implican los actos contrarios a la ley y al interés colectivo.

Basado en la premisa de que si una sociedad corrupta quiere dejar de serlo puede hacerlo, más allá de este discernimiento que ayuda a comprender el problema y ubicarlo en el tiempo y el espacio, el autor ofrece una valiosa guía poniendo luz sobre el enfoque de abordaje y la necesidad del trabajo multidisciplinario; enfatizando las acciones preventivas, herramientas y técnicas para conformar un sistema integral y en su momento incluso una política de Estado, así como la necesidad de
institucionalizar estos esfuerzos.

Hay la necesidad de la vigilancia, control y evaluación respecto a la eficacia de las acciones, la sanción a quienes se corrompen, el fortalecimiento de las organizaciones públicas y la participación social, para restituir la confianza de los ciudadanos en las instancias de gobierno.

“Cuando un pueblo o Estado quiere enfrentar y controlar la corrupción lo puede conseguir.”

El Dr. Oscar Diego Bautista no se limita a afirmarlo, en este breve texto nos proporciona un modelo que con interés y voluntad, es posible operativizar en las instituciones y así cumplir la misión para la que fueron creadas.

Cuando una nación pierde el control de la corrupción, esta se extiende en los diversos ámbitos de una sociedad: el político, el económico, el social y el cultural, tejiendo una maraña, difícil de desenredar, que afecta en todos sentidos a la vida de los ciudadanos.

La corrupción es absolutamente nociva para a sociedad y que su crecimiento es insoslayable; de ahí la necesidad de instrumentar estrategias y medidas para su control.

CD/MF

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