Buen día apreciado lector: 

"La tristeza es como un tesoro precioso, que se muestra solo a los amigos".  

Hace dos años, el maldito virus del Covid 19, por estos días se llevó al admirado y respetado político papanteco Edmundo Martínez Zaleta y a otros queridos miembros de su familia. 

No es por presumir; lo conocí cuando en el Diario de Xalapa me esforzaba por ser el mejor reportero de Veracruz. Era mi tiempo. 

Con él, con apoyo de Ignacio Morales Lechuga, el gobernador don Agustín Acosta Lagunes nos envió a Acayucan a revivir en la política veracruzana a Yayo Gutiérrez. 

Luego EMZ, con su eterna sonrisa fue buen presidente del PRI, diputado federal, alcalde de Papantla, Director de Tránsito del Estado, pero tuvo muchos cargos más, muy importantes; siempre su gentileza y bonhomía le hizo ganar muchos amigos y simpatías. 

Escasos de servidores públicos eficientes; de políticos sensibles y experimentados, de aquellos que se sabían conservar "en el fiel de la balanza" como recomendaba Azorín, ojalá tuviéramos de nuevo a funcionarios que pudieran recurrir a ese dinamismo, honestidad y buena organización que a ofreció Edmundo Martínez Zaleta en las cortas oportunidades que tuvo para establecer y arraigar entre los veracruzanos, programas tan importantes como el «uno y uno» y el uso del cinturón de seguridad, No solo honestos, también eficientes como el priísta. 

Ni hablar, es la ley de la vida. 

Sus familiares deben sentirse muy orgullosos de haber compartido la existencia con una persona de tal calidad humana. 

Tenga paz y armonía en su hogar. Cuide el agua, siembre plantas. 

gustavocadenamathey@hotmail.com 

CD/GL