Este domingo arrancarán las campañas electorales para la gubernatura de Veracruz. A ver de qué cueros salen más correas. A ver si a como roncan duermen.

El que menos errores cometa estará en la silla principal de la calle Enríquez de la ciudad de Xalapa, Veracruz.
No hay de dos sopas, es ganar o ganar. No hay segunda oportunidad es hoy no mañana ni pasado.

Quien logré dar el primer “campanazo” habrá sacado mucha ventaja en el arranque de campaña. Hasta el momento y de acuerdo con la agenda el del Frente Opositor José Francisco Yunes Zorrilla arrancará al primer minuto del domingo 31 en Boca del Río, mientras que la de Morena, Rocío Nahle hará lo mismo, pero a las cinco de la tarde en la macroplaza de Veracruz.

El sitio donde van arrancar campaña lleva un significado. Morena va por todas las canicas en Veracruz y el Frente opositor va defender desde su trinchera, desde su lugar más cómodo que es gobernado por un buen presidente municipal Juan Manuel de Unánue Abascal el triunfo de la gubernatura.

En el mundo de la política, el discurso constituye uno de los elementos clave a la hora de trasladar a los ciudadanos las propuestas que cada candidato sugiere.

La oratoria de los políticos puede ser el factor definitivo para que la ciudadanía se decida por un candidato u otro. Por ello, preparar un discurso político no se considera una tarea fácil y conlleva a seguir una serie de pasos para alcanzar el éxito.

A lo largo de los años, la comunicación política ha tenido una trayectoria muy importante dentro del campo de la comunicación puesto que, ahora se estudia o analiza ciertas pautas que se deben considerar al momento de candidatizarse. La comunicación política contiene tres ámbitos relevantes: el primero, atraer a la opinión pública, en segundo lugar, está ejercer un control y por último, persuadir la opinión del público en donde el ciudadano tiene su propio pensamiento.

Por lo tanto, se considera a la comunicación política como: Un conjunto de técnicas y procedimientos que poseen actores políticos y particularmente los gobernantes, para atraer, controlar y persuadir a la opinión pública para hacer o no hacer algo.

Además de lo anterior, con la aparición de la comunicación 2.0, sale a la luz la política 2.0 que pasa a ser hoy en día una herramienta de comunicación política para crear interacción y vinculación entre los votantes y políticos. También, permite en la actualidad que el político pueda darse a conocer y a su vez percibir lo que opinan los electores sobre sus decisiones políticas, además de tener varias herramientas comunicacionales para difundir su mensaje de manera fácil, rápida y efectiva.

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Existen 10 consejos que según se deben considerar para llevar a cabo un buen discurso político y el cual genere aceptación de sus oyentes.

La preparación del discurso es el primer paso para seguir. Se debe tener claro qué es lo que se quiere transmitir. En este caso la improvisación no suele ser sinónimo de éxito.

El mensaje debe ser corto, claro y conciso, ser repetitivos puede poner al público en su contra ya que la redundancia lleva a que se pierda el interés de la idea general que se quiere transmitir.

Cuenta una buena historia. Para ello, hay que tener claro qué, cómo y para qué se quiere contar. Un discurso ordenado en el que se recalquen los mensajes principales bien argumentados hará que la audiencia no pierda la atención.

En relación con lo anterior, conocer el público ante el que se va a exponer las ideas es un elemento clave ya que el mensaje que se quiera contar a un electorado joven no es el mismo que va dirigido a adultos mayores.

Escribir notas y esquemas en donde recojan las ideas principales del discurso ayuda y da seguridad al orador, pero siempre hay que tener en cuenta que los discursos no se leen, se exponen.

Apoyarse en un equipo de comunicación profesional y de confianza el cual aconseje al político cuando sea necesario. El ensayo previo del discurso con el equipo es fundamental para corregir aquellos errores y dudas que puedan surgir.

Establecer una conexión emocional con los votantes y el público para que se sientan parte del proyecto. El candidato debe hablar con el corazón porque si este no cree en lo que está contando, tampoco lo hará la audiencia.

Tener en cuenta que los gestos, los movimientos corporales, la postura. El mensaje que se transmite con las palabras no puede contradecirse con lo que dice el cuerpo.

La entonación, el ritmo o las pausas pueden ser determinantes a la hora de convencer o persuadir. Por ejemplo, un silencio antes de pronunciar una información importante ayuda a enfatizar ese mensaje principal.

Y 10. Por último, ser uno mismo.

Eso no esto. Además de seguir estos consejos, las ideas que se transmiten son la base del discurso político. Un buen orador es aquel que consigue captar la atención del público, pero gran parte del peso de que esa circunstancia se produzca está en que el mensaje político sea coherente y creíble.

Saber gestionar una buena imagen política puede traer consigo una exitosa llegada al público objetivo y así obtener apertura y el voto, que al final es la meta de todo candidato político.

Por último, el discurso político que generalmente va asociado con la imagen política que se proyecta es el instrumento que otorga o no la ganancia en las campañas electorales.

CD/YC