Nov 12, 2025 / 13:25

No era panza natural… Eran farderas con tenis hasta pa’los sobrinos 📹

“No se puede creer la facilidad con la que lo hacen, ya ni les da pena”, escribió un usuario indignado

Oaxaca.- Un caso de robo hormiga volvió a encender el debate sobre la impunidad y la delincuencia menor en México. Dos mujeres fueron sorprendidas robando varios pares de tenis en una tienda Coppel de esta ciudad oaxaqueña, intentando ocultarlos entre su ropa para salir sin pagar.

El video del momento, grabado en abril pasado por personal de seguridad y difundido inicialmente en abril pasado, volvió a viralizarse esta semana en TikTok y Facebook, luego de que un empleado lo retomara para denunciar el modo en que operan las llamadas farderas.

En las imágenes, que duran poco más de un minuto, se observa a los guardias pidiéndoles que saquen los artículos escondidos entre sus prendas. Una de ellas extrae hasta cuatro pares de tenis deportivos, mientras la otra, nerviosa, admite que eran “para sus sobrinos”.

No se puede creer la facilidad con la que lo hacen, ya ni les da pena”, escribió un usuario indignado en redes sociales.

Y todavía se enojan cuando las descubren, como si fueran ellas las víctimas”, agregó otro comentario viral.

El robo que encendió el debate
Gracias a las cámaras de videovigilancia, el personal de la tienda detectó el intento de hurto y logró interceptar a las mujeres antes de que abandonaran el establecimiento. Posteriormente fueron entregadas a la Policía Municipal de Pinotepa Nacional, que aseguró la mercancía y notificó a las autoridades competentes.

Aunque no se ha informado si enfrentarán cargos formales, el caso ha sido ampliamente comentado por la opinión pública, que exige sanciones ejemplares ante la creciente ola de robos menores en tiendas departamentales y supermercados de Oaxaca y otras regiones del país.

Farderos, rostro oculto del robo hormiga 

El fenómeno de los farderos —personas que sustraen productos ocultándolos en su ropa o bolsas modificadas— se ha convertido en un problema nacional.

De acuerdo con reportes de seguridad privada y asociaciones comerciales, este tipo de robos genera pérdidas millonarias anuales, además de exponer a empleados y clientes a situaciones de riesgo.

Personal de vigilancia detalla que los farderos operan con una estructura casi criminal:

  • El “halcón”, quien revisa las salidas y vigila el movimiento del personal.
  • Las “mulas”, encargadas de ocultar y sustraer la mercancía.
  • El “guardia”, que las escolta y distrae a los empleados.
  • Y en muchos casos, un conductor o cómplice que espera afuera con el vehículo listo para huir.

No son robos improvisados, hay coordinación, roles definidos y hasta amenazas cuando se les confronta”, aseguró un guardia de seguridad entrevistado por medios locales.

Un fenómeno en crecimiento
Según estimaciones de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), el robo hormiga representa hasta el 20% de las pérdidas anuales del sector comercial.

Oaxaca, Veracruz, Puebla, Estado de México y Ciudad de México se encuentran entre las entidades más afectadas.

Además, la violencia asociada a este tipo de delitos ha aumentado, pues algunos grupos de farderos han llegado a agredir a los empleados o amenazarlos de muerte para evitar ser detenidos.

Pinotepa Nacional, ubicada en la región de la Costa de Oaxaca, ha sido escenario de varios incidentes similares durante los últimos meses, según reportes locales. Comerciantes han denunciado la falta de presencia policial y la necesidad de reforzar la vigilancia en zonas comerciales, especialmente en tiendas de cadena como Coppel, Elektra y Aurrerá.

Este caso se suma a una serie de videos virales que exhiben el modus operandi de los farderos en distintos puntos del país, reavivando el debate sobre la efectividad del sistema judicial ante los delitos menores y la necesidad de campañas de prevención social que reduzcan este tipo de comportamientos.

¿Crimen menor o reflejo de desigualdad?
Mientras algunos usuarios exigen mano dura contra las farderas, otros plantean que este tipo de delitos revela problemas sociales más profundos, como la precariedad económica y la falta de oportunidades.

No se justifica el robo, pero hay que entender qué hay detrás: pobreza, necesidad, o simplemente impunidad”, opinó un usuario en Facebook.

El problema es que lo ven como algo normal, y eso ya nos debería preocupar más”, respondió otra internauta.

Con información de: Excelsior

CD/AT

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