-Viven en Orizaba familiares de gobernador de Isla de Clipperton
-Capitán Ramón Arnaud Vignón

Veracruz.- Victor Loyo Arnaud, nieto del Capitán Ramón Arnaud Vignon, quien fuera gobernador de la isla de Clipperton entre 1907 y 1915 en que murió en ese lugar, lamentó que desde la época del Porfiriato, el gobierno de México no pelee esa propiedad.

El hombre ya de la tercera edad, reconoce que a su abuelo lo ha olvidado la historia, como los olvidaron quienes enviaban provisiones a la isla para sus escasos habitantes.

Expresa que si la Isla de la Pasión perteneciera a México, nuestro país contaría con cientos de kilómetros más de mar territorial.

En entrevista, el adulto mayor quien reside en Orizaba, tierra natal del capitán y a donde llegó su abuela, hija del militar, a los 6 años de edad, dijo que su abuelita fue rescatada y se salvó de la muerte por escorbuto, como ocurrió con la mayoría de los habitantes de la isla.

Clipperton es un atolón coralino deshabitado de 6 km² de superficie ubicado en el Océano Pacífico, a poco más de mil kilómetro de distancia de Acapulco, Guerrero y a 1 085 kilómetros de Playa la Llorona en el municipio de Aquila, Michoacán siendo este el punto más cercano a tierra firme.

Desde 1931 está en posesión francesa, y es administrada desde la Polinesia Francesa por un alto comisionado de Francia.

“La Isla está a mil kilómetros de Acapulco, actualmente pertenece a Francia, a la muerte de mi abuelo que era gobernador, la reclama Francia y el Rey Víctor Manuel de Italia se le cede, no sé con qué derechos pero se la cedió y desde entonces se quedó en manos de Francia. Desde entonces no ha habido nunca una especie de reclamo que yo sepa”.

En Clipperton no vive nadie “sé que cada año llega un barco francés, instalan una bandera y ahí está, abandonada, tengo entendido”.

Insistió que valdría la pena recuperarla para México por algo muy sencillo “el mar territorial de México aumentaría muchísimo si tuviéramos esa isla. Con eso de que cada propiedad son 200 kilómetros alrededor que se consideran mar territorial, entonces en ese sentido sí considero yo que sí sería importante para México recuperarla”.

El Capitán Arnaud ha sido olvidado por la historia, como se olvidaron de los habitantes de la isla al iniciar la Revolución Mexicana, apunta.

“Lo que pasa es que mi abuelo fue nombrado por Porfirio Díaz, entonces en la Revolución fue el grave problema. Las familias de él y de los soldados que tenía en la Isla subsistían gracias a la provisiones que eran mandadas desde México, a la caída de Porfirio Díaz no volvieron a mandar nada, y ahí se quedaron todos abandonados. De hecho, mi madre cuando la sacaron de la isla tenía seis años, platicaba que todas ellas tenían que hacer estómago, o sea no le podían dar comida así, porque se les había hecho chiquito el estómago por el hambre que pasaron. Tuvieron que ir poco a poquito acostumbrarlos a la ingesta de alimentos”.

En Clipperton solo había especies marinas para comer y un ave, pero nada más.

“En la isla solo había obviamente pescado, el famoso pájaro bobo, pero no había nada de verduras y esas cosas. Lo que a más llegaban era a los cocos. El día que cortaban cocos hacían fiesta, era lo único que había de unas palmeras que fueron sembradas en el lugar”.

El capitán murió allá en la Isla, donde fue sepultado junto con la mayoría de los hombres y algunas mujeres.

“Mi madre tenía seis años, se vinieron para acá y todo fue sufrimiento, hasta que ya en edad adulta conoció a mi padre, se casó y ahí le cambiaron las cosas”.

Del capitán Arnaud hay en Orizaba un busto en el camellón central de la avenida Oriente 6 del pueblo mágico, el único municipio de Veracruz, que tiene un parque y estatua en honor a Porfirio Díaz.

Actualmente la isla se ha convertido en un laboratorio oceanográfico, en donde científicos de México y Francia ambos trabajan estudian la fauna de la zona.

CD/GL