Mar 24, 2025 / 11:52

Los republicanos buscan desaparecer el Departamento de Educación desde Reagan

El presidente Donald Trump firma un decreto para pasar las funciones de esta agencia federal a los estados, algo que su partido trata de hacer desde la década de 1980.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó la semana pasada una orden ejecutiva para para "eliminar" el Departamento de Educación, un objetivo que la derecha estadounidense persigue, por lo menos desde el gobierno de Ronald Regan.

"Vamos a cerrarlo y cerrarlo lo más rápido posible. No nos está haciendo ningún bien", dijo Trump en un evento en la Oficina Oval. "Vamos a devolver la educación a los estados".

El Departamento de Educación, creado en 1979, no puede cerrarse sin la aprobación del Congreso, pero el decreto de Trump probablemente pueda privarlo de fondos y de personal.

Es una de las medidas más drásticas de la reforma del gobierno federal que lleva a cabo con la ayuda del magnate Elon Musk, el rostro visible de la comisión para la eficiencia gubernamental (DOGE) que busca recortar el gasto público.

La educación ha sido un campo de batalla durante décadas en las guerras culturales de Estados Unidos y los republicanos llevan mucho tiempo queriendo arrebatar su control al gobierno federal.

Un sueño de Reagan

El Departamento de Educación surgió originalmente en el presidente gobierno del presidente Andrew Johnson tras la Guerra Civil estadounidense en 1867, pero se desvaneció entre la opacidad y recibió varios nombre desde ese momento.

El demócrata Jimmy Carter revivió esta agencia en 1979, algo que provocó la ira de los republicanos. Su sucesor, Ronald Reagan, habló en su campaña a la presidencia de deshacerse de este Departamento, pues la calificaba como un despilfarro.

También criticaba que este permitía que Washington, y no las "necesidades y preferencias locales", determinara cómo se debía educar a los niños estadounidenses.

"Reagan vio correctamente el punto filosófico y práctico de que cuando se crea una agencia en Washington, solo crece en tamaño y asume crecientes responsabilidades”, dijo Jonathan Butcher, investigador senior de Heritage Foundation, un Think thank conservador, en entrevista con la BBC.

"Debemos recortar el gasto público no esencial", dijo Reagan en su discurso del Estado de la Unión de 1982, y prometió entonces reducir la plantilla federal en 75,000 personas.

¿Qué argumentos tienen los republicanos contra el Departamento?

Los jóvenes estadounidenses están en el último lugar de los rankings educativos internacionales y Estados Unidos es "el número uno" en gasto por estudiante: esos son algunos de los argumentos de Donald Trump y los republicanos para justificar el desmantelamiento del Departamento de Educación. Pero son falsos.

"Estados Unidos no aparece en los últimos puestos de las clasificaciones internacionales", dijo a la AFP Nat Malkus, investigador en estudios sobre políticas educativas y director adjunto del American Enterprise Institute, un centro de estudios de derecha.

La última prueba PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sitúa a los estudiantes estadounidenses de 15 años por encima de la media en lectura y cerca de la media en comprensión matemática.

Otras dos pruebas internacionales, el PIRLS 2021 de lectura y el TIMSS 2023 de ciencias y matemáticas, también sitúan a Estados Unidos dentro del promedio de los países evaluados.

La Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP) muestra una disminución significativa en el rendimiento estudiantil desde 2019, atribuida en parte al caos y al cierre de escuelas causados por la pandemia de covid-19. Los expertos también están preocupados por el efecto de las pantallas y las redes sociales en los niveles de lectura.

El panorama, sin embargo, no es tan "catastrófico" como afirman los comentaristas conservadores. En 2024, el 76% de los estudiantes de cuarto grado (de 9 a 10 años) y el 61% de los de octavo grado (de 13 a 14 años) alcanzaron o superaron el nivel básico esperado en matemáticas, según los resultados de NAEP.

En lectura, obtuvieron puntuaciones por encima del mínimo, en un 60% y un 67% respectivamente.

También es falso decir, como lo hace el representante republicano Byron Donalds, de Florida, que los estudiantes "se quedaron atrás desde la creación del Departamento de Educación”.

El puntaje promedio en matemáticas en estudiantes de cuarto grado aumentó 24 puntos desde 1990, y la media en lectura no cambió desde 1992, según el Centro Nacional de Estadísticas de Educación (NCES).

Para Malkus, si bien el Departamento de Educación no está exento de "burocracia", no puede "ser considerado responsable de los resultados de los estudiantes".

Un papel limitado en la educación
Tradicionalmente el gobierno estadounidense ha tenido un papel limitado en la educación. Cada Estado ya es dueño de sus programas y de la organización de su sistema educativo y es fundamentalmente el que deciden los presupuestos.

Sólo alrededor del 13% de la financiación de los centros de educación primaria y secundaria proceden de las arcas federales; el resto es financiado por los estados y las comunidades locales.

Pero la financiación federal es inestimable para las escuelas de bajos ingresos y los alumnos con necesidades especiales. Y el gobierno federal ha sido esencial para hacer cumplir las protecciones de derechos civiles claves para los estudiantes.

Antes de la firma del decreto, la Casa Blanca consideró probable que se mantenga un departamento de educación para ocuparse de "funciones críticas", incluidos los préstamos y algunas becas para estudiantes de bajos ingresos.

"El Departamento de Educación será mucho más pequeño de lo que es hoy", declaró la portavoz Karoline Leavitt a periodistas antes de la firma.

¿Qué dice el decreto?
El decreto ordena a la secretaria de Educación, Linda McMahon, que "tome todas las medidas necesarias para facilitar el cierre del Departamento de Educación y devolver la autoridad educativa a los estados".

Durante la ceremonia de firma, el presidente dijo que espera que ella sea la "última secretaria de Educación".

Linda McMahon ya suprimió unos 2,000 puestos del departamento, la mitad del personal total, y declaró a periodistas en la Casa Blanca que Trump quiere "devolver ese dinero a los estados, sin la burocracia de Washington".

Trump prometió en su campaña deshacerse del departamento y devolver sus competencias a los estados, algo similar a lo ocurrido con el derecho al aborto.

El nombramiento de McMahon, exdirectora ejecutiva de World Wrestling Entertainment, para dirigir el departamento ya se interpretó como una señal de que sus días estaban contados.

Con información de: Expansión

CD/AT

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