Un reto de prestar un servicio eléctrico eficiente a los mexicanos durante la canícula tiene la Comisión Federal Electricidad (CFE), que cubre el 99.2% de la población con aproximadamente 47.7 millones de clientes, luego que la empresa pública y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), advirtieran que hay un riesgo real de apagones en lo que resta del mes de julio, por la alta demanda energética y una ola de calor intensa.

La CFE es otro de los graves problemas financieros que tiene el gobierno federal, que con la visión del expresidente Andrés Manuel López Obrador de que México mantenga su autonomía energética, ha llevado a poner en riesgo las finanzas de la empresa pública, que hoy tiene una deuda que supera los 526,565 millones de pesos, un incremento del 48.5% más que en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Abigail Camacho de Mundo Ejecutivo, sostiene que expertos financieros consideran que la situación financiera de la CFE aún no es grave como la de Pemex, que debe 101 mil millones de dólares, más de dos billones de pesos, pero “los riesgos son altos debido a la dependencia del gas importado y la depreciación del peso”.

Según la Universidad Veracruzana, un 37 % de la población vive con alguna forma de pobreza energética, mientras que Global Energy estima que un millón de mexicanos no tienen acceso a electricidad “y 20 millones carecen de energía moderna en sus viviendas, en una población estimada de 132 millones en 2024, según el CONAPO”.

De acuerdo a información de la propia CFE, durante el período de 2019 al 2024, en Tabasco se registraron 16 mil 108 fallas en el suministro de energía eléctrica atribuibles a la empresa pública, ocurriendo más “apagones” en Centro, Comalcalco y Cárdenas.

El gobierno del estado debe considerar en su agenda de riesgo los “apagones” que anuncia la CFE, que se registrarán en los próximos días, por la alta demanda del servicio eléctrico y el aumento de temperaturas, ya que el PRD tendrá la oportunidad de fortalecer su bandera política de “resistencia civil”.

CD/YC