Hay anécdotas que vale la pena contarlas para que vean que cuando te toca, ni aunque te quites, y cuando no te toca, ni aunque te pongas.  Una del Hombre Leyenda. Solía contar el mismo Raúl Ojeda Mestre, exsecretario de Finanzas y Planeación en el periodo del 1 de diciembre de 1986 al 30 de noviembre de 1988 que pidió conocer a don Fernando Gutiérrez Barrios. Antes un amigo en común le llevaba muchos trabajos a su despacho Ojeda | Ojeda y Asociados, pero eran casos delicados.

Hasta que en una ocasión se atrevió a preguntarle a su cliente de parte de quién iba porque la verdad eran temas delicados y por curiosidad quería saber de dónde venían esos encargos. Por ser su amigo no le cobraba, hasta que en una ocasión era un expediente muy “espinoso” y este amigo le confió que iba de parte de don Fernando Gutiérrez Barrios y le llevaba un cheque en blanco para que le pusiera precio. Mira -le dice-, voy a sacar adelante el trabajo, lo vamos a ganar, pero lo hago con una condición. La que digas te será cumplida. Sólo quiero conocer a don Fernando Gutiérrez Barrios, con eso me doy por bien pagado. -Dalo por hecho- fue la respuesta a “rajatabla”.

A los pocos días se dio el encuentro y de ahí nació la amistad. Don Fernando en Capufe solía tener comunicación con Raúl Ojeda Mestre y cuando fue designado candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz lo invitó a trabajar con él, sin que supiera que luego iba ser el encargado de las finanzas del estado de Veracruz.

Un día antes que don Fernando anunciara su dimisión (licencia) al cargo de gobernador, tuvo un encuentro a “puerta cerrada” con Raúl Ojeda Mestre en Palacio de Gobierno, se había acordado él iba a ser su sucesor. Minutos más tarde llega Dante Alfonso Delgado Rannauro a Palacio de Gobierno y algo pasó en esos minutos, que él fue el ungido. Nadie sabe, nadie supo, qué hizo cambiar de opinión al Hombre Leyenda.

Algo similar pasó con el actual titular de la Sefiplan, José Luis Lima Franco. Hasta donde se sabe es muy amigo de don Atanasio García Durán y por ahí viene la relación con el ingeniero Cuitláhuac García Jiménez.

Cuentan las paredes de la Secretaría de Finanzas y Planeación que siendo gobernador electo Cuitláhuac le encomendó a Lima Franco lo ayudara a buscar para titular de la Sefiplan a una persona honesta, que nunca hubiera trabajado ni para el PRI ni para el PAN. Misión casi imposible dijo entre sí el oriundo de Poza Rica, Veracruz.

Llega agosto y lo manda a buscar para preguntarle si había encontrado a la persona con esas características, por más que he pensado y buscado no encuentro a nadie fue la respuesta. Ta avientas tu esa responsabilidad fue el ofrecimiento, claro que si ingeniero. Tu eres la propuesta entonces solo te pido un favor mantenlo en secreto para que en diciembre asumas el cargo.

Elegantes formas de asumir el poder, sin intrigas, marrullerías no mala fe. Todo se dio en el momento preciso. Sin presionar, sin hacer jugarretas. Hay personajes que se amafian para conseguir cargos, enferman a sus compañeros con tal de llegar ellos. La verdad tarde, pero llega.

Hay muchas cosas que se dan en el ambiente político que ver para creer. Por eso dicen que en la política no hay amigos lo que hay son intereses. La política está muy deteriorada y lamentablemente no hay quien frene las ambiciones por más que le digan que no tienen llenadera, ellos siguen y siguen.    

CD/JV