Feb 25, 2024 / 11:26

Las recompensas de los morenos

***De acuerdo con Ramón Zurita Sahagún en MORENA no somos iguales cacaraquea el Presidente AMLO y sus seguidores, marcando supuestas diferencias con los otros partidos y sus dirigentes.

Sin embargo, la razón no les asiste, ya que los dirigentes del Movimiento de Regeneración Nacional son una calca de sus adversarios y siguen sus pasos en la mayor parte de los extrañamientos que hacen.
Lo más nuevo es su forma de seleccionar a sus candidatos al Congreso de la Unión, por la vía de la representación proporcional, donde ubican, por dedazo, a los privilegiados que tendrán acceso directo al Senado de la República y la Cámara de Diputados.
En lo único que se diferencian de los otros partidos, es que su dirigente nacional no encabeza las listas al Senado, aunque dejaron abierta una vacante en el sexto lugar de la lista, por si se le ofrece a Mario Delgado ocupar la vacante.
La única duda radica en quién será el coordinador de la bancada, si Adán Augusto o Marcelo Ebrard, ubicados en primero y séptimo sitio de la lista al Senado, aunque desde ahora se anticipa que uno será el coordinador y el otro presidente de la mesa directiva.
Es decir, los morenos tienen tal confianza que hasta anticipan que tendrán mayoría, aunque se debate si está será calificada o simple.
Queda claro que los compromisos se cumplen y aquellos que se prestaron a la mascarada de las encuestas que definirán al candidato o candidata presidencial, obtienen su recompensa, con todo y los tirones habidos entre ellos.
Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y Gerardo Fernández Noroña, van al Senado y Ricardo Monreal se dirige a la Cámara de Diputados, Manuel Velasco, será propuesto por su partido, el Verde Ecologista, todos contentos, todos satisfechos para prolongar sus carreras políticas.
Aquí todo sanó y los rencores y rencillas del pasado se limaron y nuevamente vuelve a privar la unidad, aunque sea con moretones.
Como en los tamales, hay de cabeza de puerco, de masa colada con carne de guajolote o de pollo, de pejelagarto y hasta de chipilín, de los que tanto le gustan el Ejecutivo federal.

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