Oct 28, 2025 / 12:09

La servidumbre digital

Martini Político

José Rafael Villa Guzmán

El Cóctel de Fidelidad Barata: El Ruido de los Esbirros y la Mudez de la Ciencia

Bienvenidos a este servicio de barra.

En la coctelería, como en la política, una buena bebida se distingue por la pureza de sus ingredientes. Pero en estos tiempos, hay un trago que se sirve a diario, cargado de ruido, hielo molido y muy poca sustancia: el Cóctel de Fidelidad Barata. Esta bebida no se hace con análisis; se prepara con gratitud interesada y el eco digital de los esbirros enviados a defender a su Patrón o Patrona.

Hablamos de esa tropa que se siente dueña de la causa y que, se incomoda ante cualquier opinión profesional que se atreva a pensar mal de su figura líder, y se lanza al ataque. Ellos están seguros de que al señalar al crítico profesional, serán vanagloriados por el político al que sirven.

1. El Licor de la Gratitud (La Base de la Deuda)

El Licor de la Gratitud es el ingrediente más dulce y peligroso de este cóctel. No se trata de una convicción ideológica; se trata de una deuda tangible.

Estos "defensores" no analizan, y cuando escriben tampoco se les entiende; simplemente están motivados por favores que les cambiaron la vida: un trabajo de base sin mérito, la colocación en alguna lista beneficiosa, un contrato o cualquier otro acto que les haya beneficiado (incluidas las colegiaturas en alguna institución). Para ellos, el Patrón(a) es la fuente de su sustento, no el líder de un proyecto. Por lo tanto, cualquier crítica al líder es vista como una amenaza directa a su nómina o a su estabilidad, lo que los convierte en guardianes del interés personal, no de la verdad política. Su fidelidad es una inversión, no una virtud.

2. El Hielo Molido del Ataque (El Ruido sin Análisis)

El Hielo Molido del Ataque es la ráfaga de ruido y enfriamiento que lanzan a la menor provocación. Su misión es clara: señalar, desacreditar y generar confusión para desviar la atención de la crítica original, lo que aprendieron muy bien de su líder/escuela.

Cuando una opinión profesional, basada en datos, en lógica electoral o en la ciencia política, incomoda a la figura que defienden, estos esbirros no responden con argumentos. Responden con furia personal. No distinguen entre un juicio basado en conocimientos y un ataque personal; porque, en su mente, ambos son la misma cosa: un riesgo para su posición. El resultado es un thread lleno de ruido y cero razonamiento.

3. El Bitters de la Evidencia (La Gota Olvidada de la Profesionalidad)

Y aquí es donde entra el Bitters de la Evidencia, el ingrediente que estos defensores ignoran y que cualquier ciencia exige.

Es crucial recordarles el principio de la profesionalidad:

  • Un Contador(a) debe señalar un desfalco, sin importar que el defraudador sea quien le da trabajo.
  • Un Arquitecto debe advertir sobre una falla estructural, aunque el contratista sea el dueño de su empresa.
  • Un Médico debe diagnosticar la enfermedad de su paciente, no la que el paciente desea tener.

De la misma manera, el analista político tiene la responsabilidad de medir la viabilidad, la coherencia o la debilidad de un líder venido a menos o ido a más, sin importar si el político en cuestión le cae bien o si le debe un favor. La ética profesional exige señalar los errores y no vanagloriar al Patrón(a) por miedo o por interés.

El Cierre: Un Trago de Dignidad Profesional

El Cóctel de Fidelidad Barata es la antítesis del debate democrático. Es el intento de sofocar el análisis con el ruido de la clientela digital.

A los esbirros que buscan ser vanagloriados: la política real no reparte medallas por ser el más ruidoso. La defensa por interés es tan transparente como el vaso vacío que dejan. Y a los profesionales: la honestidad intelectual es el único trago que vale la pena defender.

Sírvanse, solo es un trago.

CD/YC

* Las opiniones y puntos de vista expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de Cambio Digital.

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