Como he comentado, desde el primer minuto que comenzó a gobernar el presidente Obrador, la oposición PRIANISTA, en complicidad con el poder económico y mediático, apostó su estrategia política a la “GUERRA SUCIA”, y no se ha movido de ella en ningún momento, pese a que la realidad a cada rato le escupe a la cara, y la buena popularidad del presidente Obrador se mantiene intacta, siendo el segundo mandatario a nivel mundial en ser querido y reconocido por su pueblo. Oposición disfuncional que renunció a producir ideas para resolver los graves problemas que vive la sociedad mexicana y que paradójicamente ellos fueron parte activa de crearlos.

Sin un liderazgo con probada honestidad, sin un proyecto alternativo de nación para competirle al movimiento obradorista, y liderado por el poder económico que siempre han sido sus verdaderos patrones y dueños, la oposición política a AMLO se pertrechó como viles rufianes al acecho de esperar “el error del gobierno o la noticia sensacionalista” para inmediatamente utilizarlo para hacer oposición vulgar y circunstancial dentro de un formato de Guerra del terror, es decir, provocar miedo, zozobra, asustar, mentir, desinformar y acusar, así la vimos actuar estos 5 años que lleva en el gobierno el presidente Obrador. Estrategia mediática que la hacía pasar en automático del lamentable asesinato de la niña Fátima al saludo del presidente Obrador a la madre del Chapo, e inéditamente pasar a criticar la venta (rifa) del Avión Presidencial, por cierto, un avión de lujo comprado por Calderón y Peña Nieto que era un insulto a un pueblo mexicano empobrecido y explotado por esos períodos neoliberales, del accidente de la Línea 12 del metro de la Ciudad de México a la riña en el estadio la Corregidora de la ciudad de Querétaro que trajo la muerte de un joven defeño, y que decir que, tomaron la pandemia del coronavirus como un inmoral arma política, buscando en todo momento responsabilizar al gobierno del presidente Obrador de los muerto y enfermos que causó el covid19, así que apostaron a que entre más muertos era mejor para ellos, por eso desplegaron cuadrillas de reporteros para hacer guardia permanente en hospitales, funeraria y las calles más transitadas para captar las noticias más oportunas que podría ser sensacionales y ser transmitidas y analizadas en los programas de noticias y tertulias de pseudo intelectuales y comunicadores, todos con el mismo guion de acusar al gobierno federal de los estragos de la pandemia del coronavirus.

Fue el uso de la pandemia del coronavirus una de sus más atroces e inmorales estrategias políticas para descalificar al presidente AMLO, sin la más mínima intención de entender que por sentido común y ética no se puede ni se debe usar los asuntos más urgentes de la agenda pública como una arma de lucha política, que ameritan sentido común asumir un comportamiento solidario y propositivo para buscar conjuntamente las mejores y más inteligentes estrategias pública para hacer frente a la pobreza, la violencia organizada y la pandemia del coronavirus, así como cualquier tema que implique un atentado al bienestar de los mexicanos, en cambio, en cambio lo que han hecho y hacen es usar todo sus recursos para propalar el miedo, tergiversando la información, mentir y atacar sin fundamentos todas las acciones gubernamentales con tal de formar opinión contraria, tal cual fascistas de extrema derecha, dejando ver maléficamente sus funestos propósitos que nada tienen que ver con la solidaridad, ni con la preocupación por arrimar el hombro para que se buscaran las mejores condiciones para enfrentar en ese entonces la crisis sanitaria que causó la pandemia del coronavirus y los demás problemas urgente de la agenda nacional como son la pobreza, la violencia, la marginación, el rezago educativo, entre otros más.

Durante la pandemia de coronavirus pudimos ver a Ciro Gómez Leyva tratar de usar sesgadas las estadísticas del coronavirus, acomodarlas, reiterar, para buscar ubicar al gobierno de la república como el causante de los fallecimientos y contagios, en lugar de estar reiterando, instigando, convocando a acatar la nueva normalidad, verlo ocultar la información que todos los países aun los más ricos y con estructuras sanitarias del primer mundo, no pudieron prevenir los estragos del Covid-19, como los Estados Unidos y Europa.

Como en los viejos y gloriosos tiempos del imperio romano, el coliseo atestado de la oligarquía ateniense y la muchedumbre, esperando correr la sangre, y entre más sangre y muerte, más placer y espectáculo para el pueblo; algo similar ha estado pasando en México con la oposición al gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien la oposición no le ha dado tregua ni ética con tal de “echarlo de palacio nacional”, y si hay que tergiversar y reproducir esquizofrénicamente las mentiras, la han hecho y la siguen haciendo, y para ello, cuenta con las complicidad del poder mediático que ha trabajado, y continua haciéndolo, a tiempo completo en buscar los temas, noticias que puedan afectar al gobierno de AMLO; a las que siempre han estado prestos a cubrirlas ansiosamente, como vimos en la pandemia del coronavirus perseguir a las ambulancias covid19, divulgar el desvanecimiento de un señora con probable covi19 en una zona exclusiva de la ciudad de México, ir de funeraria en funeraria y filmar las chimeneas de los hornos de cremación y las ambulancias que entran o salen, buscando cubrir la nota amarillista para construir una percepción que en México el problema del covid19 fue mayor de lo que la narrativa gubernamental reporta, actuando sin la más mínima veracidad e imparcialidad, así como lo vemos hoy en día con la desgracia que están pasando a nuestros hermanos guerrerense, asemejando su actuar como las estrategias nazis de Joseph Goebbels, ministro de Propaganda del Tercer Reich, “presentando reiterativamente una mentira hasta que se parezca a una verdad”, acusando de negligencia al gobierno federal, acusando que el ejército no permite la entrada de ayuda, que no hay FONDEN, etc., acusaciones que se ha demostrado que son falsas, que el FONDEN existe y que hay fondos para esa clases de contingencias, que el gobierno federal, estatal y municipal han estado trabajando para enfrentar los efectos del huracán Otis, pese a que nunca se pudo prever la magnitud de su fuerza destructora.

Y qué decir del marcaje personal a las obras insignes del gobierno del presidente Obrador, el Tren Maya, tomando como contraargumento la “destrucción del ecosistema”, olvidándose de los ecocidios de bosques, ríos y mares que causaron los gobierno neoliberales PRIANISTAS en su proceso de privatización, la refinería Dos Bocas, tergiversando el costo de un obra que permitirá la necesaria autosuficiencia energética a México, el Aeropuerto “Felipe Ángeles”, un obra útil para ampliar y desconcentrar el Aeropuerto de la Ciudad de México, y la violencia causada por el crimen organizado y el narcotráfico, aunque esto último se haya demostrado el contubernio de altas esferas del gobierno del presidente Calderón (PAN) con el crimen organizado, pero lo más patético y mezquino ha sido cómo pasaron de forma inmediata de la “defensa a ultranza” de los “derechos laborales” de los trabadores del Poder Judicial, con el falso argumento que la extinción de los Fideicomisos afectaría a los trabajadores del Poder Judicial, por cierto argumento falso que se ha caído al demostrar que sí eran exclusivos para beneficio de la élite de dicho poder público, a los damnificados por el huracán Otis que destruyó la ciudad de Acapulco y sus alrededores en el estado de Guerrero.

Sin vergüenza, descaradamente pasaron de un escenario a otro, dejando como promesa que “lucharían hasta con los dientes” por los trabajadores del Poder Judicial, ahora los vemos como los preocupados ciudadanos por los prójimos guerrerenses en desgracia y actuar como si no hubiera pasado nada con su pseuda “defensa” de los trabajadores del Poder Judicial.

La capacidad de la oposición para pasar de un tema (los fideicomisos) a otro (el huracán Otis) para hacerlo mediáticos y continuar su “guerra sucia” contra el presidente Obrador es increíble e intolerable, su mezquindad se hace evidente, más pensando que la mezquindad es lo relativo a lo mezquino, “actitud de una persona ruin o hipócrita que comete acciones que pueden perjudicar a los demás sin hacerse responsable de sus actos. Una actitud mezquina está marcada por la arrogancia de vivir muy centrada en sí misma”, como ejemplo, podemos poner a la indígena malinchista Bertha Xóchitl quien sin pudor ha intentado aprovechar la desgracia de los guerrerenses para sacar tajada y hacer campaña política, en su intento infructuoso de subir algunos puntos de popularidad, la desesperación la llevó acercarse a la Cruz Roja e intentar hacer campaña política, aunque la gente le increpó que "ahí no es lugar para hacer política". “Líderes” de la oposición que actúan sin racionalizar y sin escrúpulos, movidos tan sólo por el hambre de volver al “pinche poder”, Rabadán, Lilly Téllez, y la propia Bertha Xóchitl actúan como zombis, aunque se les muestre y demuestre que ese mundo fatal y en decadencia que intentan demostrar, que el presente es igual o peor que el pasado, ha cambiado para bien de los mexicanos, que hay crecimiento económico, mayor empleo, menos pobreza, y un largo etc., etc., desafortunadamente, y esto en detrimento de la calidad de la democracia, nunca podrán cambiar su mentalidad porque están enfermos por el virus de la ambición de poder.

Hay un dicho popular, “la cabra siempre tira al monte”, que “significa que uno siempre hace lo que ha aprendido de pequeño, o lo que le han enseñado, o lo que está acostumbrado a hacer”, es decir, hay un condicionamiento de nuestra consciencia, que, si no ejercemos una crítica a nuestra misma consciencia, a nuestras verdades, seguro nunca podremos admitir otras opiniones, otra visión de la vida, y tal cual cabra siempre tiraremos al monte. Algo similar está pasando en México con la oposición, pues podemos mostrarles verdades evidentes, análisis serios y profesionales, disertaciones propicias que desvelan datos y reflexiones que nos permiten ver el momento inédito que está pasando México, y ella siempre dirá que “no” (1).

La lucha intestina y fratricida por el poder político de una oposición perversa y sin escrúpulo continua, igual que el comportamiento hipócrita de la oligarquía, que siempre ha salido indemne de las crisis y revueltas sociales que ha vivido México, por eso somos testigos de unos partidos políticos, PAN, PRI y PRD en franco proceso de desaparición y crisis, puesto que siempre fueron utilizados tan sólo para legitimar el poder en turno.
Con el panorama que tenemos de la política en México podemos concluir que el relevo obradorista en el 2024 está garantizado, pues el trabajo y el ejemplo del gobierno del presidente Obrador es una realidad, México está en camino de resolver sus graves problemas que generaron esos periodos neoliberales corruptos del PRIAN, además que con esa clase de oposición difícilmente podemos pensar que “habrá tiro”, así que Claudia Sheinbaum será la próxima presidente de México.

También podemos llegar a la conclusión, que mientras la oposición no entienda que la 4ª T. pacífica de México es el lugar común de todos los mexicanos y las mexicanas no podrá ser competitiva electoralmente, además que la oposición necesita un relevo generacional que no tenga ningún vínculo con el pasado ni con el poder económico ni mediático, y esto creo que tardara un buen tiempo en suceder, los actuales líderes están agarrados con dientes y garras a la ubre del presupuesto público, volveremos a ver al impresentable “Alito” en el congreso de los diputados y senadores, y también a la desequilibrada Lilly Téllez, a la insulsa Rabadán, y claro, a la pseudo indígena Bertha Xóchitl, como también al pequeño Marko Cortez, al traidor pseudo izquierdista Chucho Zambrano, claro sin partido político, porque el PRD seguro se extinguirá, entre otros y otras impresentables personajes del conservadurismo.

Pero también podemos concluir que Claudia Sheinbaum tiene enfrente enormes retos:

Mantener intactos los principios obradoristas de “no robar, no mentir y no traicionar al pueblo”.

Generar los contenidos pendientes de la 4ª T., así como regenerar el poder político, y crear una auténtica cultura política de honestidad para consolidar la transición democrática.

Voltear la pirámide del poder y que los instrumentos de participación ciudadana sean reales, permitiendo tomar en cuenta al pueblo, y no sea una figura decorativa como actualmente.

Hacer una revolución de la redistribución justa de las riquezas de México, creando una sociedad más justa económicamente, porque mientras la minúscula élite económica siga manteniendo más del 50% del Producto Interno Bruto no podremos hablar de una Cuarta Transformación de México.

Deshacerse de esa infiltración de ex priistas venidos pseudo obradoristas que no han cambiado su mentalidad y actúan corruptamente, como lo hacía cuando militaban en el PRI, y que se han hecho con una buena parte del poder en las estructuras dirigenciales de MORENA.

Fundamental será su contribución conceptual y política que haga marcar las distancias elementales y necesarias para definir su propio liderazgo. Ya que existe un legado político electoral del presidente Obrador que garantiza la continuidad en el poder público del movimiento obradorista, pero si se quiere tener las condiciones de representación que permita una mayoría parlamentaria (el plan “C”) para hacer las reformas que son necesarias para la consolidación de la 4aT., como la reforma del poder judicial, la reforma política electoral, entre otras, es necesario el sello personal de Claudia Sheinbaum.

Espero que la jubilación de Andrés Manuel López Obrador no termine con la necesaria 4ª Transformación Pacífica de México, pues México caerá en oscuros tiempos violentos y dolorosos, y que Sheinbaum esté a la altura del México que le toca vivir y encabezar, cuando menos tiene una base obradorista que creemos en la Cuarta Transformación Pacífica de México.

https://versiones.com.mx/2022/03/31/cronicas-ausentes-el-no-sistematico-e-irresponsable-de-la-oposicion-a-amlo/

Octubre de 2023

CD/NR