José Rafael Villa Guzmán

Bienvenidos. Hoy la barra sirve un trago que se llama Elixir de la Lealtad, cuyo sabor es la firmeza necesaria para garantizar el rumbo de la nación. Hablamos de la reciente aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), el verdadero acto de gobierno.
La aprobación del PEF no fue un espectáculo de debates inútiles; fue, para bien del proyecto, una contundente demostración de eficacia y unidad por parte del bloque gobernante. En el Congreso, el poder no reside en las palabras, sino en la aritmética, y el bloque oficialista demostró tener el número, la disciplina y, más importante, la lealtad para cumplir el mandato ciudadano.

1. La Votación: Garantía y Unidad
   El Presupuesto pasó por mayoría simple, gracias a la cohesión del bloque gobernante. Esto no es casualidad; es el reflejo de un proyecto que sabe dónde va y cómo utilizar sus recursos.
   • Sin Modificaciones Sustanciales: El PEF se aprobó, manteniendo la estructura de gasto propuesta por la SHCP prácticamente idéntica. Esto es una victoria política: se blindan los programas sociales y los proyectos estratégicos sin que la oposición logre desviar fondos ni debilitar la visión del Ejecutivo.
   • El Papel del Bloque Oficialista: El voto disciplinado de los diputados de la mayoría no es un acto de "servilismo", como quieren hacerlo ver, sino de responsabilidad y compromiso con el programa de gobierno por el cual fueron electos. Es la única forma de garantizar que la voluntad popular no sea obstaculizada por intereses minoritarios. Entendamos que todo eso se expuso en la plataforma política de la coalición ganadora en 2024.
2. Los Diputados Veracruzanos: Garantes del Proyecto
   Aquí es donde la disciplina partidista se traduce en beneficio directo para el proyecto nacional. La representación veracruzana en el bloque mayoritario demostró ser un pilar fundamental.
   Su participación no fue la de meros gestores locales, sino la de garantes del plan estratégico federal. Al cerrar filas, aseguraron que el Presupuesto se enfocara en mantener la estabilidad económica y social del país, lo cual beneficia indirectamente a Veracruz en términos de programas sociales y proyectos de infraestructura prioritarios. La lealtad al proyecto federal es, en este contexto, la mayor garantía de gobernabilidad para la entidad.
3. La Oposición: El Estruendo Vacío
   Frente a esta muestra de unidad, la oposición se diluye en el ruido. Su rol en la discusión del PEF se reduce, como siempre, a un ejercicio estéril de protesta.
   La oposición no tiene la capacidad de proponer alternativas viables ni de conseguir los números para mover una coma del Presupuesto. Sus propuestas, por numerosas que fueran, son desechadas porque no representan una visión de nación, sino una simple resistencia al poder. En el Congreso, el número es la verdad, y la oposición no cuenta con él. Su destino es ser el coro disidente en un acto cuya finalidad ya está definida.

El Cierre: Un Trago de Realismo Político
La aprobación del PEF es la prueba fehaciente de que el bloque gobernante no solo tiene la mayoría, sino la unidad estratégica para ejercerla. En la política, la disciplina es la madre de la eficacia. El Presupuesto se aprueba sin fisuras porque la lealtad al proyecto es el valor supremo.
Sírvanse, con la convicción de que solo la cohesión del bloque puede trazar la ruta de la transformación.

CD/AT