Feb 01, 2024 / 14:26

La calle espera a los candidatos

***Vargas comenta que a tan sólo unos meses de las próximas elecciones, algunos grupos políticos -no todos- comienzan a ponerse nerviosos. Los más obedientes han venido haciendo los deberes y el resultado se verá reflejado en las urnas; a otros, sin embargo, los más rezagados, les van a pillar los comicios in fraganti.

Y es que pasan los años, van pasando las legislaturas y la clase política no termina de entender de que el primer día de una campaña es el día después de conocer el resultado de las elecciones. Los partidos trabajan intensamente para obtener el mejor resultado posible y cuando finaliza el proceso, finaliza su campaña. Error.

Es aquí donde radica la diferencia entre una campaña política para ganar y una campaña política para gobernar. Si bien es cierto que en una y otra el quién (candidato), el para quién (ciudadano) y el para qué (ganar confianza) coinciden, las diferencias son considerables, algunas de las cuales tienen que ver con dos aspectos fundamentales: espacio y tiempo.

El espacio de una campaña electoral se sitúa en un foro, en la calle, en los medios de comunicación, en televisión, en los estudios de radio, en la prensa como Notiver, en las asociaciones, en los barrios, en el “puerta a puerta”, en una cafetería… En todo aquel lugar que permita al candidato demandar en tiempo récord el voto. Ahora bien, si es cierto que en una campaña para gobernar el espacio se asienta en aquel organismo público desde el que se lleva a cabo la propia gestión, no menos cierto es que no se debe descuidar aquel espacio electoral, mucho más cercano, que un día propició el triunfo.

En cuanto a la temporalidad, una campaña electoral es más corta, pero también más intensa; su finalidad es postular a un candidato que genere la suficiente credibilidad y confianza como para conseguir el voto del ciudadano. Una campaña para gobernar, sin embargo, dura lo que dura la legislatura y convierte al candidato en un servidor público que tendrá que hacer valer su gestión mostrando las acciones y los logros conseguidos a lo largo de su mandato. Se trata de dar continuidad a lo que un día le otorgó la victoria.

No hay que buscarle más, la política no cambia, cambian los actores, pero el guion es el mismo, de tal suerte entonces que se necesita el librito y poner acción entre los votantes que están habidos de conocer las estrategias de los candidatos, muchos de ellos no han elegido por quién votar, salgan a las calles, pero yaaaaa.

CD/YC

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