May 23, 2025 / 12:27

Juez bloquea temporalmente el veto de Trump a estudiantes extranjeros en Harvard

Estados Unidos.-Una juez estadounidense bloqueó de manera temporal la decisión del gobierno de Donald Trump de impedir que la universidad de Harvard matricule y acoja a estudiantes extranjeros, según un documento judicial conocido este viernes.

"Se prohíbe a la administración Trump implementar (…) la revocación de la certificación SEVIS (Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio) del demandante", ordenó la jueza Allison Burroughs.

Burroughs, ha fallado a favor de la universidad en la demanda que presentó contra la Administración Trump, que el jueves prohibió la matriculación de estudiantes extranjeros en un nuevo episodio de su enfrentamiento con la institución educativa, a la que acusa de ser un caldo de cultivo de antisemitismo y conductas "proterroristas" a favor de la causa palestina en la guerra de Gaza.

La jueza Burroughs, recoge la CNN, es la misma jueza que está deliberando sobre otra demanda de Harvard contra una orden de Trump sobre la congelación de unos 2.500 millones de euros en fondos federales.

El jueves, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, revocó la potestad de la Universidad de Harvard para matricular a extranjeros, amenazando el futuro de miles de estudiantes y los valiosos recursos que inyectan a la institución.

La medida del gobierno queda suspendida hasta una audiencia judicial preliminar el 29 de mayo.

Más de un cuarto de los alumnos de Harvard son extranjeros.

El presidente Trump está furioso con Harvard, de donde han salido 162 premios Nobel, por rechazar su exigencia de que se someta a supervisión en materia de admisiones y contrataciones.

Para el mandatario, la universidad es un foco de antisemitismo e ideología liberal progresista.

Su administración ya amenazó con revisar 9.000 millones de dólares de financiación gubernamental a Harvard, congeló una primera partida de 2.200 millones de dólares en subvenciones y 60 millones de dólares en contratos oficiales, y deportó a un investigador de la Facultad de Medicina de esa universidad.

Este es "el último acto del gobierno en clara represalia por el ejercicio de los derechos de Harvard, amparados por la Primera Enmienda, al rechazar las exigencias del gobierno para controlar la gobernanza, el currículo y la 'ideología' de su profesorado y estudiantes", afirmaba la universidad en la demanda.

Harvard pedía a la justicia "detener la acción arbitraria, caprichosa, ilegal e inconstitucional del gobierno".

La pérdida de estudiantes extranjeros podría resultar costosa para Harvard, que cobra decenas de miles de dólares anuales en matrícula.

"Ilegal e injustificado"

El veto a los alumnos extranjeros se dio mediante la revocación a Harvard de la certificación del programa SEVIS, que permite a los estudiantes extranjeros estudiar en Estados Unidos.

La revocación impediría a la universidad recibir a estudiantes internacionales con visados de no inmigrante F o J para el curso académico 2025-2026.

El presidente de Harvard, Alan Garber, condenó el viernes la "acción ilegal e injustificada" del gobierno estadounidense.

"Pone en peligro el futuro de miles de estudiantes y académicos de Harvard y funciona como advertencia para innumerables personas de universidades de todo el país que han venido a Estados Unidos para continuar su educación y cumplir sus sueños", señaló.

Estudiantes chinos

Noem declaró el jueves que el gobierno "responsabiliza a Harvard por fomentar la violencia, el antisemitismo y la coordinación con el Partido Comunista Chino en su campus".

Los estudiantes chinos representan más de una quinta parte de la matrícula internacional de Harvard, según cifras de la universidad, y Pekín afirmó que la decisión "solo dañará la imagen y la posición internacional de Estados Unidos".

"La parte china se ha opuesto sistemáticamente a la politización de la cooperación educativa", declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning.

Karl Molden, estudiante austríaco de Harvard, afirmó haber solicitado su traslado a Oxford, en el Reino Unido, por temor a las medidas del gobierno estadounidense.

"Da miedo y es triste", declaró a la AFP el jueves este estudiante de 21 años de literatura clásica, quien calificó su admisión en Harvard como el "mayor privilegio" de su vida.

Los líderes de la sección de Harvard de la Asociación de Profesores Universitarios calificaron la decisión como "la última de una serie de medidas abiertamente autoritarias y de represalias contra la institución de educación superior más antigua de Estados Unidos".

Con información de: La Jornada

CD/AT

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