México.- El pasado 27 de junio, Netflix estrenó la tercera temporada de El juego del calamar, la serie surcoreana que desde su lanzamiento en 2021 transformó el entretenimiento global con su crítica social sobre la desigualdad económica. Aquí te explicamos el final.

Esta entrega marca el cierre definitivo de la historia creada por Hwang Dong-hyuk, que se consolidó como uno de los proyectos más vistos en la historia de la plataforma.

Desde su primera temporada, El juego del calamar presentó a cientos de personas con deudas insostenibles, invitadas por una organización clandestina para competir en juegos mortales con la promesa de grandes sumas de dinero.

Seong Gi-hun (jugador 456) ganó en la primera temporada, pero la culpa le impidió usar su fortuna. En la segunda entrega, el protagonista regresó a los juegos para intentar destruirlos, pero la temporada concluyó demostrando que la ambición humana es más fuerte que cualquier acto de empatía o redención.

Con la tercera temporada, Netflix presenta el desenlace definitivo: después de una revolución fallida contra la organización y la muerte de más de 30 participantes, los juegos continúan con un tono aún más oscuro y sin rastros de moral.

El juego del calamar 3, final explicado
¡Advertencia de spoilers! En la tercera temporada de El juego del calamar, la historia retoma los sucesos tras la fallida rebelión de los jugadores.

Después de que Seong Gi-hun (jugador 456) liderara un levantamiento armado contra los soldados rosas y la organización, la traición de Hwang In-ho, el líder que se hacía pasar por el jugador 001, terminó con las aspiraciones del grupo.

Los soldados retomaron el control y los participantes que rompieron las reglas fueron asesinados. Sin embargo, al aumentar el premio acumulado, la mayoría decidió seguir en la competencia.

Durante los nuevos juegos, Gi-hun pierde la esperanza y su carácter se torna más agresivo.

Entre los momentos más impactantes está la muerte de la jugadora 120 y el suicidio de la participante 149, quien apuñala a su hijo para salvar a Kim Jun-hee, la jugadora 222. Jun-hee da a luz durante los juegos, pero se suicida después, al no poder continuar por una lesión en el tobillo.

¿Qué pasó con la jugadora 222 en El juego del calamar?
La organización determina que la bebé recién nacida ocupará el lugar de la jugadora 222, convirtiéndola en una participante más, lo que provoca una nueva fractura en el grupo.

En la última prueba, los sobrevivientes deben enfrentarse en tres rondas para eliminarse mutuamente hasta que solo quede un ganador. La tensión llega al límite cuando surge la propuesta de asesinar a la bebé para facilitar la competencia.

Gi-hun se niega a aceptarlo y defiende al recién nacido, incluso cuando el jugador 333, padre biológico de la bebé, amenaza con matarla. Durante la confrontación final, 333 cae al vacío tras forcejear con Gi-hun.

¿Qué pasó Gi-hun en el final de El juego del calamar?
Con la bebé como su única rival restante, Gi-hun toma la decisión más contundente de la serie: se lanza hacia su muerte para evitar matar a un ser inocente. Este acto conmueve a Hwang In-ho, líder de la organización, quien años antes estuvo en su lugar pero eligió salvarse a costa de otros.

El desenlace muestra que, pese a la violencia vivida, la organización logra evacuar la isla antes de que llegue la policía, destruyendo evidencia y manteniendo la impunidad.

Hwang In-ho, movido por la decisión de Gi-hun, entrega la bebé a su hermano, el detective Hwang Jun-ho, junto con la tarjeta de la recompensa ganada por el jugador 456.

En las escenas finales, In-ho busca a la hija de Gi-hun para informarle sobre la muerte de su padre y entregarle la fortuna que ganó.

El significado detrás del sacrificio de Gi-hun
Para el director de la serie, Hwang Dong-hyuk, la muerte de Gi-hun es un mensaje sobre la esperanza y el sacrificio por las nuevas generaciones.

Al negarse a quitar la vida de la bebé para quedarse con el premio, el protagonista reafirma su humanidad y renuncia al ciclo de violencia y ambición que caracterizó a los participantes.

“Al final llegué a creer que, por desesperanzado y oscuro que pueda parecer el mundo, quizá aún tengamos una oportunidad si somos capaces de encontrar aunque sea un atisbo de esperanza en nuestro interior”, explicó Dong-hyuk.

Este contraste se ve también en la decisión de Kim Jun-hee, quien prefiere lanzarse al vacío antes de poner en riesgo la vida de Gi-hun y su hija.

La actriz Jo Yu-ri, quien interpreta a Jun-hee, señaló que el amor de una madre es un símbolo de fuerza indestructible, incluso en los peores escenarios.

¿Hay un futuro para la serie?
Aunque Netflix no ha confirmado nuevos proyectos, la escena final sugiere que los juegos continuarán. Hwang In-ho ve a una reclutadora buscando nuevos participantes, dejando claro que la organización sigue operando.

Esto abre la puerta a posibles spin-offs o precuelas que exploren el origen de los juegos, sus fundadores y la expansión de esta dinámica mortal en otros países, una idea que se mencionó tras el éxito de la primera temporada.

Con información de: Excélsior

CD/GU