Sep 23, 2021 / 10:50

Estudiantes de sexto de primaria y secundaria, con conocimientos insuficientes de Matemáticas

El rezago escolar es un fenómeno presente que no puede negarse. Las dificultades académicas se han presentado siempre. Sin embargo, la pandemia del Covid-19 ya no sólo generó secuelas a la salud de la población, sino que complicó la comunicación de catedráticos y estudiantes, lo que mermó el desempeño y el desarrollo intelectivo.

Esto supone un problema creciente, pues pese a que el ciclo escolar 2021-2022 se lleva a cabo en una modalidad híbrida -presencial y remotamente- persisten un sinfín de dudas, que quedaron pendientes o sin respuestas durante las clases virtuales, preguntas que al refrescarse en los centros de estudio acrecientan, aún más, la incertidumbre y ansiedad escolar de las y los estudiantes.

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en la actualidad, en México persiste un atraso escolar de dos años derivado de la emergencia sanitaria, que nos obligó a confinarnos en casa. De esta manera, la academia tuvo que adaptarse e idear nuevas formas de enseñanzas, las cuales no fueron pensadas previamente, por lo que carecieron de una estructura sólida: tanto las y los estudiantes, como las y los docentes no contaban con conocimientos previos de la formación educativa en línea.

El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, a su vez, notificó que el 59% de los estudiantes de sexo de primaria y 65% de secundaria, obtuvieron conocimientos insuficientes en materias que pertenecen a la categoría STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), una de ellas son las matemáticas, pues aunada a la forma en la que se enseña esta asignatura, la comunicación a distancia maximizó la dubitación del cuerpo estudiantil.

Además, un estudio del Centro Nacional de Estadísticas de Educación, de Estados Unidos, señala que el 70% de estudiantes del cuarto año de primaria señalan estar interesados en las matemáticas. A diferencia de lo que ocurre tan sólo dos años de diferencia. Las cifras indican que dicho interés se redujo en un 17% cuando los alumnos alcanzan el sexto año.

La enseñanza tradicional que concibe a la memorización de procedimientos y reglas como una metodología efectiva para la obtención de conocimiento, se ha convertido en una perspectiva vetusta, ya que la forma en la que las infancias aprenden ha cambiado y requiere un enfoque contemporáneo que revierta el desinterés de las y los estudiantes.

Con información de: eluniversal.com.mx

CD/JV

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