Mar 03, 2024 / 09:54

En política todo es poco creíble

***Estamos en campaña electoral. Los políticos se desatan. Entran en pánico. Unos pueden perder el poder, otros lo acarician. Todos lo ansían. Y ¿Qué motiva esto? Como decía Groucho Marx, “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. A esto se dedican los políticos.

En política todo es poco creíble. Se hacen diagnósticos a la carta, basados en datos inventados, no contrastados, que difieren según el color político del cristal con que se mira, y por tanto se quiere hacer ciencia basándose en datos no contrastados.

Los mismos datos, sean sobre lo que sean, son interpretados de forma radicalmente diferente por los políticos. Esto es una clara demostración de lo inconsistente que puede llegar a ser la política.

Además, la política es una gran creadora de promesas. Todos recuerdan la famosa frase “puedo prometer y prometo”. Prometo que si gobierno, prometo que seré implacable contra…, prometo que subiré o bajaré tal impuesto, prometo que las pensiones subirán, prometo…todo lo que se les ocurra. Y cuando alguno de los “prometedores” alcanza el poder, se sacan otra de las grandes frases del gran Groucho Marx, “Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”.

Julián Ezquerra, insiste que todos los candidatos en su momento hablan de Sanidad, entre otras cosas. Y lo hacen para prometer lo posible y lo imposible. Mas personal, más camas, más financiación, más cobertura, universalidad, tratamientos ilimitados, todo lo necesario. Y recuperar lo perdido, y si uno dice 10, el otro dice que 15, ¡será por prometer! Los que no tienen posibilidad de gobernar prometen el no va más, los que gobiernan y nos han machacado, prometen levantar el pie, dar todo, reconocen que lo merecemos. Y los que pueden ser alternativa cierta de gobierno, estos prometen con cautela, no sea que luego le recuerden lo que decían. En fin, todo es una gran mentira, una farsa que se repite en campaña.

Muchos ciudadanos piden a todos los políticos que por favor no engañen más con los asuntos importantes. De los grandes temas de los que debemos consensuar y pactar, hablemos en serio. Dejen de hacer promesas, dejen de engañar y decir una cosa y hacer la contraria. No tomen más el pelo al electorado.

Vargas comenta que la mentira es una práctica que tradicionalmente la opinión pública relaciona con la profesión política. Esta postura ampliamente aceptada entre los miembros de las sociedades democráticas, con independencia de su edad o color político, se construye sobre una imagen artificial en la que habitualmente pensamos que la política en general y los dirigentes políticos en particular eran más sinceros y francos en el pasado, mientras que los candidatos políticos de las actuales democracias representativas aparecen como mentirosos compulsivos.

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