Jul 01, 2023 / 09:48

En política no hay muertos

De acuerdo con Guadalupe Robles la política siempre es una prueba de vida. Una provocación al carácter. Es la prueba a la dureza de la piel. Sólo el que ejerce la política sabe a lo que se enfrenta. 

La política no es para quienes se dejan derrotar a la primera. Ni a la segunda. La política es una guerra sin pausas con las circunstancias. Sin vocación no hay política. Ni políticos en serio. 

Dice la sabiduría popular que en política no hay muertos. Y sí. Quien piensa lo contrario no termina por comprender la política. ¿Cuántas veces se tiene que perder para ganar? A continuación historias de los casos más famosos en que políticos vuelven de sus propias derrotas.

Richard Nixon. En 1960, en una campaña memorable, Richard Nixon perdió la Presidencia de los Estados Unidos con John F. Kennedy. Dos años más tarde volvió a competir, pero ahora como candidato a gobernador por el estado de California. Volvió a perder. Todo parecía indicar que su carrera política había acabado. Pues no. En las elecciones de 1968 ganó la presidencia de su país contra Hubert Humphrey. Y en 1972 ganó contundentemente su reelección a George McGovern. Sin duda, Richard Nixon ha sido uno de los personajes más fascinantes de la política de todos los tiempos. Fue además senador y miembro de la Cámara de Representantes. Ejerció como vicepresidente de Estados Unidos por ocho años y ha sido el único presidente que ha dimitido del cargo. Murió en 1994.

Salvador Allende. Fue candidato cuatro veces a la Presidencia de Chile. Ganó en la cuarta de ellas, tras una candidatura que le costó mucho conseguir pues la coalición de partidos que lo apoyó, no estaba muy convencida de ir a las elecciones con alguien que ya había perdido tres veces de manera consecutiva. Fue el primer presidente marxista elegido democráticamente en el mundo. Le tocó administrar una grave crisis económica interna y los embates de la llamada Guerra Fría que polarizaba al mundo. En septiembre de 1973 un golpe de Estado, puso fin a su gestión al atacar lo que era la sede de gobierno, el Palacio de la Moneda con aviones y tanques. Después de ello, Allende se suicidó. Durante más de 16 años, Augusto Pinochet encabezó la terrible junta militar que gobernó a Chile.

Luiz Inácio “Lula” da Silva. Conocido simplemente como Lula, este líder obrero y político brasileño caído hoy en desgracia, fue candidato en tres ocasiones a la Presidencia de su país y perdió. No fue sino hasta la cuarta ocasión en 2002 en que logró por fin su objetivo. Asumió el cargo en 2003 y lo dejó el último día de 2010, con un nivel de popularidad cercano al 80 por ciento de aceptación. Tras superar un cáncer de garganta producto de más de 40 años de fumador, Lula siguió siendo un símbolo de la eficacia gubernativa hasta que en 2016 se vio envuelto en un escándalo de corrupción de Petrobras. En julio de 2017, fue condenado en primera instancia a nueve años y seis meses de prisión. 

Ronald Reagan. Antes de ser presidente de los Estados Unidos, fue un mediano actor -muy mediano-, dicen sus detractores-. Cambió de partido a los 51 años. Se pasó del Demócrata al Republicano. Obtuvo la gubernatura de California en dos ocasiones. Luego quiso ser candidato a la Presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, pero perdió en dos ocasiones consecutivas. Primero contra Richard Nixon y luego contra Gerald Ford. Finalmente, en 1980 Reagan obtuvo la candidatura republicana y luego la Presidencia contra Jimmy Carter, quien en 2002 obtendría el Premio Nobel de la Paz.

CD/JV

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