Jun 02, 2025 / 10:46

En los libros está la posibilidad de sanar: Amanda Lalena Escalante

México.-Amanda Lalena Escalante no podía más con un pendiente, el cual cumplió con el lanzamiento del libro autobiográfico Un día contaré esta historia (Grijalbo). Mejor conocida como Amandititita, la cantante y compositora escribe el nido enhebrado por la muerte que se inició con el fallecimiento de su padre, el músico Rockdrigo González, en el sismo de 1985, cuando ella tenía 6 años. Es un libro que busca llevar hacia la luz y la reconciliación con la identidad.

Se llama Amanda por una canción de Víctor Jara, y Lalena por otra de Donovan. Sin embargo, en el mundo destaca como Amandititita que a ritmo de cumbia canta Metrosexual o La mataviejitas.

“La mayoría de las personas en esta sociedad se sienten atraídas por la gente que tiene dinero, belleza o fama, pero hay otros seres que buscan algo y ellos me encontraron, yo soy el resultado de mucha gente que vio en mí una posibilidad de que se construyera.

Siento que si no hubiera creado este libro no tendría la posibilidad de escribir nuevos relatos. Era una promesa que me había hecho, que había hecho el universo, conversa instalada en un sillón en la editorial Penguin Random House. Soy una persona que salvó la vida por los libros. Entonces, tenía que escribir esta historia.

En sus palabras surge la revelación de una vida compleja y de camino difícil. A los 45 años bromea sobre el deseo de tener una existencia aburrida. Parada frente a los escombros del edificio en el que murió su padre, en la colonia Juárez, marca su llegada a la Ciudad de México desde su natal Tampico. Una madre que fue arrastrada por la sombra del amor y que bebía hasta colapsar. Deambular sin casa ni dinero, sin saber dónde pasarían la noche.

La independencia, siendo muy joven, sin recursos, pero en el camino de la música y la escritura, que llegaría con una lucha contra el alcoholismo, son parte de 259 páginas de una mujer que abre sus pensamientos y recuerdos más íntimos, algunos llenos de tristeza y temor, otros luminosos, que la convirtieron en quien se sienta en entrevista con el libro entre sus manos.

Por eso estoy aquí, por eso me pasan esas cosas a mí, porque a mí no me destruyen; me dan paz. Me dan a bien de dónde conectar, afirma.

La Amanda que canta es totalmente distinta a la que escribe. La verdad es que Amandititita me ayuda a sobrevivir, porque tiene esta voz que denuncia la injusticia, no teme a nada. Por otra parte, está Lalena, que tiene toda esta historia de vida, siempre está como muy apegada a la espiritualidad y la búsqueda del perdón, a la compasión de los demás.

Ataviada con enormes gafas oscuras de diva, los labios de color intenso, glamorosa y de buen humor, conversa sobre su faceta menos conocida de escritora, aunque fue uno de sus primeros impulsos desde muy niña. En 2015 publicó el libro de relatos Trece latas de atún (Plaza y Janés).

Fue mucho más deslumbrante y despampanante mi encuentro con la música, revela. Porque de alguna manera nací ahí, en la música. Le tengo todo el respeto, me encanta hacer música, ser parte de la industria, pero en los libros encuentro la posibilidad de la salud del ser humano.

La reina de la anarcumbia destaca: La música es divertida, es baile, me da la posibilidad de disfrazarme. Si no hiciera música, no podría comprarme lentes y andar en la noche con lentes oscuros. Mucho tiempo me pagó la renta.

En sus canciones, satíricas y de contexto social, trata de hacer pequeños cuentos que se pueden escuchar. Para mí, la música siempre va a ser esa alegría, pero también no es necesariamente el amor de mi vida.

Unas semanas atrás se presentó en León, Guanajuato, y fue muy criticada en redes sociales por cantar sentada y por su aspecto físico.

La lucha contra los estereotipos y la discriminación ha sido una constante durante su paso por la fama desde 2006 con el éxito de La muy muy. Al respecto opina: “La razón por la que no van a dejar de juzgar mi físico es porque no leen.

“La gente que juzga es analfabeta. Y lo digo con toda seriedad, porque acabo de sacar este libro en esta editorial y algunos periódicos prefieren darle nota a alguien que opina en TikTok.

Yo siempre he sido muy crítica sobre el clasismo. Y el tema no es que me lo hagan a mí, porque yo tengo una vida muy bonita, en la que el amor es muy grande, donde tengo muchos fans y mucha gente me ama. Mi vida es una realidad llena de luz, pero este problema se refleja en adolescentes que están teniendo temas de suicidio y que me escriben a mis redes sobre el acoso.

Amanda Lalena eligió el lado del amor. Un día por fin contó esa historia. Un día volteó a ver la luz del cielo y sintió orgullo de ser quien es.

Las historias son lo máximo para mí, lo más bonito. Buscaré la manera de seguir contando a través de la música, de pódcast o de libros.

Con información de: La Jornada

CD/AT

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