Oct 07, 2025 / 13:58

El Stirring y la Memoria: Regreso a la Coctelería Política

Martini Político: De Vuelta a la Barra

José Rafael Villa Guzmán

Hay tragos que se preparan a base de shaker (agitando, con ruido y escándalo), y otros que se hacen con stirring (revolviendo con paciencia, a fuego lento, sin hacer espuma). Martini Político siempre fue un trago que se revolvía: un ejercicio de paciencia para destilar la esencia de la política local y nacional.

Hoy, después de casi una década de mantener mis copas en la vitrina (desde 2015), he decidido volver a la barra, impulsado por una sed de crítica que no cesa. Y para este regreso, la receta es personal.

Recordemos que los elementos de esta columna nos invitan a conocer las partes que componen un Martini.

  1. La Copa Fría: El Archivo Perdido (El Vaso de la Nostalgia)

    El primer paso de un gran Martini es enfriar la copa. Lo que hace diez años fue la Copa de la Crítica, hoy es la Copa de la Nostalgia. Hace unos días, buscando mis viejos textos publicados en este espacio, encontré que los archivos digitales, como las promesas de campaña, tienden a evaporarse o cristalizarse.

    Esa ausencia, ese archivo perdido de 2015 en la web, es el hielo que enfría. Me recuerda que la política, por más crucial que sea en su momento, es fugaz. Las grandes noticias de ayer son polvo digital hoy. Pero esa frialdad de la memoria no es un lamento, es una advertencia: la única forma de que una idea perdure es servirla con la fuerza suficiente para que se quede en el paladar. Asi es mi columna.
  2. El Bitters: La Tinta Necesaria (El Amargor de la Persistencia)

    El Bitters es ese ingrediente que se añade en gotas. Es tan amargo y concentrado que una sola pizca puede alterar todo el equilibrio. Para mí, el Bitters es la Tinta Necesaria: la necesidad periodística que me obliga a volver.

    Mi Bitters proviene de la incomodidad. Veo la hegemonía mental de algunos actores política actual, el desfile de viejos rostros con nuevos disfraces y la polarización que no permite matices. Siento ese amargor en el paladar y sé que la única cura es volver a escribir. El Bitters es la convicción de que la columna de opinión es el lugar donde todavía se puede hablar sin miedo a ser devorado por el ruido del shaker mediático; donde la libertad de pensamiento se plasma.
  3. El Zumo de Limón: La Voz Retornada (La Acidez Requerida)

    El toque de Zumo de Limón no es solo un adorno cítrico; es la acidez y el punto focal que corta la grasa y equilibra los sabores pesados. Es la Voz Retornada de Martini Político.

    Si en 2015 la acidez se centraba en temas álgidos, hoy el limón debe exprimirse sobre la realidad que impera. El Zumo de Limón es la crítica aguda sobre la falta de autocrítica de algunos elementos de la clase política y la tendencia a olvidare el pasado. Este ingrediente regresa para recordarnos que la verdad, por ácida que sea, es siempre refrescante.

    Cierre de Barra

    Regresar a la barra no es un acto de nostalgia, sino de disciplina. La coctelería política ha cambiado: hay más alcohol, más ruido y menos mesura. Pero el Martini Político mantiene su esencia: ser un trago frío, destilado y con un final que obliga a la reflexión.

    Sírvase; como cada martes, o antes si es necesario.

CD/YC

* Las opiniones y puntos de vista expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de Cambio Digital.

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