Jun 02, 2022 / 12:20

El signo ineludible del campechano "Alito"

***Cuenta Vargas que la estrategia de Alejandro Moreno Cárdenas de lanzarse contra el Gobierno y acusar a Andrés Manuel López Obrador de supuestas amenazas contra su persona no dejó réditos al interior del PRI. Este martes por la noche en el CEN de Avenida Insurgentes Norte se especulaba con que el movimiento del dirigente nacional traería como consecuencia muestras de apoyo y solidaridad de priistas destacados.

Pero nada sucedió. El tal Alito recibió el respaldo de dirigentes estatales de poco peso, algunos diputados y como nota más destacada el dirigente del PAN Marko Cortés.

Le pasó como la letra de la Canción “Cien Años” que cantaba Pedro Infante y que dice así: Pasaste a mi lado…Con gran indiferencia...Tus ojos ni siquiera voltearon hacia mi…Te vi sin que me vieras…Te hablé sin que me oyeras…

Y toda mi amargura se ahogó dentro de mi. En el tricolor todos guardaron silencio. Los dos gobernadores de peso que le quedan al PRI, ex dirigentes del partido, el coordinador de los senadores Miguel Ángel Osorio Chong y priistas de alto rango como Manlio Fabio Beltrones Rivera, José Antonio Meade Kuribreña, Emilio Antonio Gamboa Patrón o Miguel De la Madrid Cordero optaron por la mesura y la distancia, a lo sumo algún mensaje privado de tinte fugaz.

Una vez más, los cálculos del campechano son poco asertivos. Alito entendió que revelar la supuesta amenaza hecha a través de Manuel Velasco lo empoderaría internamente, demostraría que teniendo toda la oportunidad de acordar con Palacio Nacional no lo hizo y se mantuvo firme. Pero hoy miércoles la lectura predominante no era esa en el PRI, sino los señalamientos sobre cómo Alito expuso a su supuesto amigo Velasco. Una vez más, la ganancia personal por sobre cualquier vínculo personal o cálculo de largo plazo. El signo ineludible del campechano.

CD/YC

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