Mar 08, 2025 / 05:30

El Comienzo de la Revolución Rusa: El 8 de Marzo de 1917

El 8 de marzo de 1917, se desató un levantamiento crucial en Rusia que marcaría el inicio de la Revolución Rusa, un evento que cambiaría para siempre el curso de la historia del país y del mundo. Lo que comenzó como una manifestación de mujeres, motivadas por las pésimas condiciones de vida y la escasez de alimentos, se transformó en un levantamiento popular que llevaría a la caída del Imperio Ruso y abriría las puertas a la Revolución de Octubre, el ascenso del Partido Bolchevique y el establecimiento del primer estado comunista en la historia.

El contexto: descontento social y económico

Rusia estaba en medio de la Primera Guerra Mundial, y la situación interna del país era sumamente grave. La escasez de alimentos, el aumento de los precios y las malas condiciones de trabajo afectaban profundamente a la población, especialmente a las mujeres que trabajaban en las fábricas y que, además, se encargaban de la provisión de alimentos para sus familias. En ese contexto, la vida diaria se había vuelto insostenible para muchos.

La desilusión con el gobierno del zar Nicolás II se hacía cada vez más palpable, y las condiciones de guerra solo agravaban la situación. Las mujeres, que en muchos casos llevaban la carga del hogar y el trabajo en fábricas, fueron las primeras en salir a las calles en protesta por la falta de alimentos y la miseria que enfrentaban.

La manifestación y su impacto

El 8 de marzo, conocido como el Día Internacional de la Mujer, comenzó con una huelga de mujeres trabajadoras en Petrogrado (actual San Petersburgo), la capital rusa en ese entonces. Estas mujeres, acompañadas por obreros y otros sectores sociales, exigían pan y mejores condiciones de vida. La manifestación se expandió rápidamente, y a medida que más personas se unían, la protesta se transformó en un levantamiento general contra el zarismo.

Lo que parecía un movimiento espontáneo se convirtió en una protesta masiva que pronto involucró a miles de personas. Los manifestantes comenzaron a exigir no solo alimentos, sino también el fin de la guerra y la caída del gobierno autocrático de Nicolás II. En pocos días, la protesta alcanzó tal magnitud que el régimen imperial no pudo contenerla.

La caída del zarismo

La huelga de las mujeres y la protesta masiva de la población fueron el primer paso hacia la Revolución de Febrero. El 15 de marzo de 1917, el zar Nicolás II abdicó, poniendo fin a más de tres siglos de dominio de la dinastía Romanov en Rusia. La abdicación del zar significó el fin del Imperio Ruso y el comienzo de un proceso de transición hacia un gobierno provisional que, sin embargo, sería incapaz de resolver los problemas más profundos del país.

Este levantamiento espontáneo de las mujeres no solo dio inicio a la Revolución Rusa, sino que también demostró el poder del pueblo organizado, en especial el de las mujeres, quienes desempeñarían un papel crucial en los eventos que seguirían. Aunque la Revolución de Octubre, liderada por los bolcheviques, sería la que consolidaría el cambio hacia el comunismo, el 8 de marzo de 1917 se mantiene como un hito en la historia de la lucha social y política de las mujeres.

El legado

Hoy, el 8 de marzo es reconocido mundialmente como el Día Internacional de la Mujer, pero también sigue siendo un recordatorio del impacto significativo que las mujeres pueden tener en los procesos sociales y políticos. La Revolución Rusa, que comenzó con un levantamiento de mujeres en las calles, cambió no solo la historia de Rusia, sino que también inspiró a generaciones de luchadoras y activistas a continuar la lucha por la justicia, la igualdad y los derechos humanos en todo el mundo.

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