Las concentraciones del Zócalo, 5 de Mayo y Reforma impidieron la sana distancia; el gobierno destacó la vacunación en la ciudad, así como la visita de tres millones de turistas en el marco del Día de Muertos

Ciudad de México.- Luego de que el año pasado la pandemia lo impidió, el desfile de Día de Muertos regresó ayer con más de ocho kilómetros de recorrido, tres horas de duración y un millón de asistentes en su recorrido.

Si bien la autoridad primero estimó la asistencia en 300 mil personas y por la noche modificó la cifra, lo cierto es que había miles de familias deseando este tipo de actividades para su esparcimiento luego de hacer frente durante meses a la emergencia sanitaria.PUBLICIDAD

Realmente fue año y medio de pandemia, ahora sí que año y medio encerrados; ahora es tiempo de disfrutar”, dijo María del Carmen Costeño, una visitante de Veracruz.

Bajo ese contexto, parecieron pocas las nueve horas que algunos de los asistentes esperaron, primero con frío y luego con los rayos del sol a plomo. En esos casos llegaron a las tres de la mañana para apartar lugar.

En ausencia de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum –quien acudió a las tomas de protesta de las gobernadoras de Baja California y Colima–, la secretaria de Turismo local, Paola Félix, se refirió a la pandemia al asegurar que gracias a la vacunación en la ciudad se pudo realizar tal fiesta, la cual incluyó a mil voluntarios, 150 músicos, 12 carros alegóricos, cuatro artistas invitados y 61 carros empujables.

Recordó que el desfile estuvo dedicado a los miles de mexicanos que murieron por covid-19, pero también para celebrar a los sobrevivientes y honrar al personal de salud.

El viernes pasado, el gobierno de la ciudad celebró la cobertura de más de 100 por ciento en primeras dosis de personas de 18 años o más y de 94 por ciento en esquemas completos.

Sin embargo, así como la veracruzana María del Carmen, muchos de los que se agolparon provenían de otra entidad o incluso de otros países.

Tal fue el caso de Jorge Tilayatzi, de Tlaxcala, quien refirió: “El desfile es muy bonito; nos recuerda nuestras tradiciones, nuestras raíces, y muchas felicidades al Gobierno de la Ciudad de México”.

La Secretaría de Turismo detalló que, con motivo de las celebraciones de Día de Muertos, tres millones de turistas se encuentran en la capital.

DEL MICTLÁN A LA TESORITO

El espectáculo inició al mediodía frente a la Puerta Mariana de Palacio Nacional, donde Regina Orozco cantó La Llorona frente a autoridades locales e invitados. Enseguida fue cortado el listón que inauguró el recorrido.

En la esquina de la Plaza de la Constitución y Pino Suárez emergió un xoloitzcuintle gigante como parte del primer segmento llamado Tenochtitlan Corazón de México y abanderado por Kalimba.

Enfundado en un traje hecho de hojas de maíz y un colorido penacho, el cantante abrió el recorrido con un popurrí que incluyó Pecadora, Corazón, corazón y Amorcito corazón.

Los aztecas creían que para llegar al Mictlán, el inframundo, tenías que ir acompañado de un perro xoloitzcuintle”, refirió el director artístico del desfile, Armando Reyes.

Luego tocó el turno al segmento CDMX hoy, que incluyó edificios y monumentos emblemáticos, como el Ángel de la Independencia o el Monumento a la Revolución.

También había calacas que hacían honor a los oficios: el barrendero, la vendedora de gorditas y la de tortillas; la de los tamales, el vendedor de algodones, el organillero o el mariachi.

Pocos reconocieron que ahí viajaba Yahir, como un charro rockero, con balas en el traje rojo y portando sombrero, pero sí lo acompañaron cantando Mi ciudad, Chilanga banda y Sábado Distrito Federal.

Probablemente el público identificó mejor a Ariel Miramontes, mejor conocido como Albertano.

María León fue la flor de cempasúchil en Magia y tradición, segmento en el que cantó La Calaca, La Catrina, La Llorona y La reina del inframundo.

Detrás de marionetas gigantes de mujeres indígenas, una flotilla de trajineras, un grupo de mariposas monarcas en pleno vuelo y una enorme Frida Kahlo recostada, María León mostró sus habilidades coreográficas y su sensualidad.

La cantante aprovechó el ánimo para bajar del vehículo sobre Paseo de la Reforma y saludar de cerca a los espectadores.

Sin embargo, la ovación fue mayor  con el último segmento del desfile, Celebrando la vida, a cargo de la cantante Laura León.

La cumbia resonó con la Tesorito y los asistentes de inmediato le correspondieron bailando, algunos agolpados para no perderse el espectáculo y otros de plano se alejaron de las vallas perimetrales para marcar sus pasos a sus anchas.

Sonaron temas como Los caminos de la vida, La vida es un carnaval, No es serio este cementerio, Fiesta, fiesta y Suavecito, uno de los más coreados de la jornada.

SIN PRUEBAS COVID Y CON SALDO BLANCO

La Secretaría de Turismo precisó que no se realizaron pruebas covid a los  asistentes al desfile, si no que éstas se practicaron a durante los ensayos del desfile.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana reportó nueve casos de personas que tuvieron que ser atendidas por paramédicos debido a afectaciones como golpe de calor, hipoglucemia o lumbalgia.

Sólo una mujer, de 52 años de edad, fue trasladada a un hospital debido a una probable fractura de tibia y peroné.

Con información de: Excélsior

CD/YC