Oct 21, 2025 / 19:52

Cuando la ayuda se da con el alma

En el norte de Veracruz, la lluvia no solo inundó las calles: También puso a prueba la fortaleza de su gente.
Las aguas se llevaron muchas cosas -casas, caminos, cosechas-, pero no pudieron con la solidaridad, esa corriente invisible que nace del corazón y se desborda cuando alguien dice “no estás solo”.

En Álamo Temapache, donde el lodo aún cubre las huellas del desastre, la esperanza se abrió paso entre las manos unidas. Diputadas y diputados del Congreso de Veracruz llegaron sin discursos ni reflectores, con botas llenas de tierra y el alma dispuesta. Trajeron ayuda, sí, pero también trajeron presencia.
Y eso, en tiempos de pérdida, vale tanto como una casa reconstruida.

Una tonelada de cloro, miles de despensas y kits de limpieza parecen cifras, pero detrás de cada número hay un rostro.
Una madre que respira tranquila al tener agua limpia para sus hijos.
Un anciano que vuelve a ver su patio libre de lodo.
Una comunidad que vuelve a reconocerse después del golpe.

El profesor Esteban Bautista Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política, lo dijo con humildad: “No venimos a hacer política, sino a trabajar por ustedes.” Y en esa frase se resume lo que hoy necesita Veracruz: Menos discursos y más manos que trabajen juntas.


Porque cuando el dolor toca a la puerta, la verdadera política es la empatía.

La diputada Imelda Garrido lo dijo con fuerza y con fe: “Vamos a levantar a Álamo.”


Y en su voz estaba el eco de todo un pueblo que se levanta una y otra vez, como el río que, después de desbordarse, vuelve a su cauce y sigue corriendo.

El norte veracruzano renace entre el barro y la esperanza.
Cada escoba que limpia, cada brazo que ayuda, cada gesto de cariño es un ladrillo en la reconstrucción de la confianza.
Porque cuando la ayuda se da con el alma, el agua no destruye: Purifica.
Y de la tierra mojada vuelve a brotar la vida, como siempre, como solo sabe hacerlo el corazón de Veracruz.

En tanto la gobernadora de Veracruz, ingeniera Rocío Nahle hace lo propio. No ha dejado solos a los pobladores del norte de la entidad, sigue atrincherada en las zonas afectadas. No anda en la zona norte con los pantalones arremangados ni tomandose fotos, anda supervisando la entrega de víveres, material de limpieza y atención a la salud. Anda haciendo lo que sabe hacer que es construir, es decir, que todo regrese a la normalidad lo mas pronto posible.

CD/GL

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