Muchos creen que no alcanzarán a lograr sus metas. Es probable que sea así, una por las creencias que tienen acerca de si mismo, otro por los malos hábitos que no terminan de abandonar y otros porque no toman acciones.

El problema está en los hábitos. Somos seres de hábitos, y hay algunos hábitos que no les ayudan y hacen que se frustren ¿Cuáles son esos hábitos que deben evitar?

-El no tener prioridades claras. El aprender a gestionar su vida le ayudara a organizar mejor su tiempo. Los mejores líderes son los que han aprendido a establecer prioridades. ¿Están invirtiendo tu tiempo sabiamente?
-Prometer más de lo que pueden cumplir. Muchas veces como líderes hacen promesas con tal de complacer al jefe o al equipo, y después quedan mal. Subestiman el tiempo o presumen del futuro. ¿Están cumpliendo sus promesas?
-Expectativas poco realistas. No se pueden obtener buenos resultados en el trabajo cuando no se tiene bien claro lo que realmente esperan de las personas que laboran con ustedes. ¿Ha clarificado las expectativas que tienen de cada colaborador?
-Ser de doble ánimo. Hay líderes que un día son una maravilla y al siguiente día dejan de serlo, parece que se levantaron del lado equivocado de la cama. Esa inconsistencia hace que muchos no quieran trabajar con él o ella. ¿Son de doble ánimo?
-Tener oídos sordos. Aquellos que hablan pero nunca escuchan, ni siquiera a ellos mismos en lo que están diciendo. ¿Están escuchando a otros? ¿Se están escuchando al hablar?
-Decir si cuando debe decir no. Hay líderes que buscan popularidad que dicen si a todas las cosas cuando en realidad no quieren. Esto es producto de la inseguridad del mismo. ¿Tienen el coraje de decir no cuando se necesita?
-Tener favoritos. No es malo tener favoritos, lo malo es estar de acuerdo siempre con ellos. Hay que tener cuidado de no caer una codependencia. Ser un líder de éxito requiere vivir en interdependencia. ¿Tienen favoritos?

¿Con cuál están luchando?

Alguien dijo que hay que ser muy valiente para reconocer los errores propios, los ajenos se reconocen enseguida. Quizás los hábitos que podrían frenar su liderazgo no aparecen aquí, lo más importante es que puedan reconocer algún mal hábito y tomar acción. Se requiere coraje para comenzar a trabajar sobre sus hábitos. Los líderes que han alcanzado resultados extraordinarios son aquellos que decidieron abandonar sus malos hábitos e incorporar unos nuevos.

CD/GL