• Alcaldes electos suspenden actividades

Muchos presidentes municipales electos veracruzanos frenaron sus actividades por temor a ser contagiados por el Covid-19. Les pegó muy fuerte el deceso de su homólogo del municipio de Isla, Abelino Barrientos Castro.

Muchos suspendieron sus agendas, otros solo atiendan los fines de semana y unos cuantos de plano salieron unos días de descanso porque se fueron de largo con el triunfo del pasado seis de junio.

La misma inercia los llevo a seguir trabajando, pero ahora prefirieron hacer una pausa en sus actividades aprovechando la tercera ola y ponerse a trabajar sobre su plan de trabajo y la integración del cuerpo de colaboradores.

Se encuentran a tan solo 141 días para que asuman el poder. Es mucho tiempo o poco tiempo de acuerdo a las exigencias que se pongan. Falta mucho dijera el flojo, pero unos ya quieren asumir el poder ya que los actuales gobernantes están dejando caer a pedazos a los municipios.

No les interesa seguir beneficiando al lugar por el que dijeron se iban a desvelar, iban a poner todo el empeño ya que lo iban a ser progresas sin interés alguno. No les importaba el día o la noche, el aire, el sol o la sombra. Ahora todo cambia, como ya se chuparon las finanzas municipales ahora ya les urge salir para disfrutar todo lo que amasaron.

Así es la vida.

Primero llegan con mucha enjundia. Son los mejores días de su vida ser alcaldes. Disfrutan a todo su esplendor, No tienen vacaciones se jactan de decir. A como pasan los meses y la cartera se va llenando crece el entusiasmo. Una vez que viene el primer arremangón de la cuenta pública como que le empiezan a perder el amor a la vida pública.
Y es que muchos ya no lograron avanzar en sus aspiraciones y como que ya no les gusto. Ni modo así es esto del abarrote. La política es como un juego a veces se gana a veces se pierde.

***En México hay decadencia de la política. Hace unas semanas Diego Fonseca del New York Times, escribió que la política cayó al terreno del freak show (espectáculo de monstruos) en México. El mercado electoral del país es un espectáculo que nada más parece necesitar los personajes rimbombantes de Federico Fellini.

Ahí está la sonorense Rosario Adilene Pino Pino, una modelo apodada La Grosera, que prometió implantes de senos si la eligen diputada. Finalmente perdió. O Samuel García, un muchacho que dice haber sufrido la mano dura de su padre cuando lo despertaba de madrugada para ir al campo de golf y reclutó a roqueros avejentados para que oficiarán de claque musical de su candidatura a gobernador del estado de Nuevo León. Y luego está el Tinieblas, el luchador de la máscara dorada, otro ejemplo del ridículo normalizado. Su partido, Redes Sociales Progresistas, el mismo que promueve a La Grosera, dice defender los derechos de las minorías, pero cuando le preguntaron cómo integraría a la comunidad LGTBIQ+ a su gobierno en la delegación Venustiano Carranza de Ciudad de México, el Tinieblas no supo qué responder. Después de que le repitieron la pregunta, dijo que protegería a las mujeres. Finalmente perdió las elecciones.

Todos sacaron raja y se aprovecharon según ellos del pueblo sabio. Actores, luchadores, cantantes o influencers estuvieron en las listas de candidatos. Se ofrecieron en las pasadas elecciones del 6 de junio en México como alternativa a la omnipotencia del presidente Andrés Manuel López Obrador y a una oposición sospechosa de casi todo.

Esas extintas candidaturas silvestres que fueron posibles en buena medida por las redes —dijo mucho de un partido que se llama Redes Sociales Progresistas— banalizaron la política cuando más se necesita vigilancia democrática, debates programáticos y planes concretos para resolver los problemas de fondo de México.

Partidos que por décadas abusaron del poder para entronizar una casta autorrenovable (el PRI), formaciones incapaces de ofrecer un cambio sostenible (el PAN) y opositores que fracasaron en crear una vía progresista (el PRD), lanzaron al electorado hacia Morena, un movimiento personalista creado por López Obrador, quien cree ser un padre fundador.

***Una veracruzana se abstiene y de Morena. A escasos días que concluya la actual legislatura federal quitaron el fuero al diputado Saúl Huerta, de Morena, quien es acusado de abuso sexual y violación de un menor de edad, perdió el fuero constitucional, por lo que deberá enfrentar las acusaciones que pesan en su contra.

Por mayoría de 447 votos y solo dos abstenciones de los legisladores presentes, la Cámara de Diputados aprobó el desafuero del legislador morenista.

La Cámara de Diputados declaró que hubo lugar a proceder penalmente contra el diputado Saúl Huerta Corona.

En el listado electrónico, ni Saúl Huerta ni Mauricio Toledo, los legisladores bajo escrutinio, participaron en la votación. Las abstenciones fueron de los diputados morenistas Paola Tenorio y Agustín García Rubio Adame del distrito 19 de San Andrés Tuxtla, Veracruz.

***Al estilo Miguel Alemán cuando dijo “No soy bombero”, así respondió Ana Guevara sobre los Juegos Olímpicos de Tokio: “Yo no competí”. Vaya forma de salir con esas jaladas.

En la Ciudad de México, Ana Gabriela Guevara Espinoza, emitió una declaración más que polémica en torno a la cosecha de medallas conseguida en los Juegos Olímpicos de Tokio.

En su calidad de titular de la Comisión de Cultura Física y Deporte (Conade), afirmó a su llegada a México hace varias horas que, como ella no compitió, no pudo garantizar que el pronóstico de medallas se cumpliera.

Por el momento se mantiene esperando el veredicto de la Auditoría Superior de la Federación en aras de comprobar que su administración ha sido honesta.

La cosecha de cuatro medallas de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio representó la peor actuación de México en esta materia desde Atlanta 1996, cuando se consiguió solo una.

Y quien sabe qué valor le da al insistir que la delegación mexicana tuvo una gran actuación con las cuatro medallas de bronce que consiguieron.

REFLEXIÓN: La vida es realmente sencilla, pero insistimos en hacerla difícil.

CD/YC