May 31, 2023 / 09:47

Abandonada, unidad deportiva de la José María Martínez en Lerdo de Tejada

Lerdo de Tejada, Ver- Irresponsabilidad, negligencia, dejadez y hasta ignorancia, son los adjetivos que se podrían otorgar a quien hoy funge como síndica con funciones de presidenta en Lerdo de Tejada, la maestra María Esther Arroniz López.


Y esto, además de la falta de sensatez, de visión y de capacidad; pero no se le pueden pedir peras al olmo y máxime, cuando ostenta un puesto que no le corresponde y que infinidad de veces se le ha señalado de ilegal y hasta de inconstitucional y que por ello le podría traer consecuencias graves al término de su mandato, si es que una autoridad municipal de otro partido toma las riendas o si la mayoría en el Congreso local cambia de color.


Pero esto no le inquieta, tiene la promesa de los que hoy gobiernan a nivel estado, de que nada le pasará y que esté tranquila; por eso sonríe y posa para la foto, acude a reuniones y satisface la egolatría de sus “jefes” con nieve de coco, la cual lleva a cada evento que acude.


Esa misma promesa se la hicieron a Gaspar Cruz Peña, cuando otro color era el que pintaba el estado de Veracruz; pero terminando su mandato y ya no teniendo más que ofrecer, tuvo que poner pies en polvorosa, cuando su dizque protector no metió las manos al fuego por él y se vio implicado en varias incongruencias en su rendición de las cuentas públicas. Ojo por ahí, maestra.


Hoy Lerdo atraviesa por una de sus etapas más grises de su historia, la falta de obras primordiales y la incapacidad para la resolución de los problemas que a diario se presentan en su administración dejan mucho que desear.


Ahí tenemos una unidad deportiva ubicado en la colonia José María Martínez, totalmente terminada y echándose a perder porque al arquitecto Arturo López, responsable de la obra, no se la ha finiquitado el último pago por casi un millón de pesos. Pero como la unidad deportiva, no fue obra de la presente, no quieren pagar el finiquito para poder darle uso a las instalaciones y tener un espacio recreativo para que la población acuda a la práctica de algún deporte.


A un año y cinco meses, el reclamo por parte del arquitecto Arturo, está sobre la mesa de la síndica, sin embargo, ella no tiene instrucciones de pagar, pues no fue obra realizada por su administración y mucho menos dejó dividendos a quienes hoy realizan las pocas obras que se hacen en el municipio.


Y además, existe, como un paradigma, aquello de que: “obras que no son mías, no les doy continuidad y no las terminó”. Y no es de ahorita, ha sido de siempre y los únicos que sufren las consecuencias de esta situación, es la ciudadanía que se ve privada de un espacio necesario para la práctica de algún deporte o simplemente para usarlo como distracción en un pueblo donde no hay muchos lugares a donde ir.

CD/YC

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