A Guillermo de Anda y su equipo de trabajo, comandante en jefe del tremendo proyecto de investigación: Gran Acuífero Maya, para fortuna nuestra.

I
Los que leemos los periódicos, nos desayunamos hoy con la noticia en primera plana de un solo periódico nacional de que la Ciudad de México y el estado de México habían donado 300 millones de pesos a Michoacán para devolverle los sacrificios -o algo así-, que ha significado la desviación del agua del río Cutzamala durante tantos años para dotar de agua suficiente -ya no tanto-, a la zona metropolitana de la Ciudad de México. Me gustó este gesto de memoria necesaria. Lo que no me gustó es que hayan sido sólo 300 millones, comparados con los cientos de miles de millones que han significado los miles de millones de metros cúbicos que durante muchos años han servido a la quinta parte de los habitantes del país. Este hecho me hizo recordar dos anécdotas, una de Xalapa y otra de Tuxtla Gutiérrez, las dos capitales queridísimas que me han cobijado durante mi ya larga existencia. La de Xalapa tiene que ver con una señora de la burguesía, venida a menos, que cada vez que se hablaba de temas relacionados con dineros y chismes parecidos en las pláticas de amigos mientras se jugaba la canasta uruguaya, ella comentaba, invariablemente:
-Ridícula suma que de momento no poseo.
La de Tuxtla Gutiérrez, tiene que ver con un hombre avaro que gozaba darle veinte centavos de cobre a un limosnero, aquella moneda que tenía un sol en una cara y la pirámide del Sol de Teotihuacán, por la otra que, por cierto, era lo que costaba el pasaje en la ciudad capital chiapaneca, motivo por el cual los llamábamos veinteros a los autobuses, así como en Xalapa les llamamos, todavía, urbanos. El limosnero se ponía en un alto a pedir "un apoyo" y este señor le daba una moneda de cobre. La respuesta, venía de inmediato y la cara del limosnero descompuesta:
-Veinte centavos ¡pa que pictes! Un peso de plata si querés. Si no, andá vete allá donde te conté ¿Viste?
y el limosnero devolvía el veinte con una dignidad pasmosa.
Hoy también, en Ciro por la Mañana, en voz del espléndido y valiente reportero Padget, nos enteramos que el gobierno estatal de Nuevo León y el municipal de Monterrey habrán de intentar, una vez más, el mecanismo necesario más no tan suficiente, de ponerle "polvitos" a las nubes en una avioneta -Padget va como pasajero invitado-, para que llueva en el territorio más rico del país, que padece una sequía de pronóstico reservado.

II
Un año más, nuestro país sufre por la falta de agua de lluvia que seca a las presas y aguajes y pone en riesgo las cosechas y la sobrevivencia de los animales de pastoreo en todo el país, multiplicándose los incendios destructores que han puesto en peligro ciudades y poblados, en gran medida por la irresponsabilidad de las personas que tiran colillas de cigarros, deliberadamente. No obstante la presencia de varios ciclones en este año, algunas regiones de México siguen sin poder llenar sus represas que almacenen agua suficiente para que la temporada de secas termine.
Si la sequía es un flagelo tremendo en nuestro territorio, la contaminación de ríos y lagunas dice: "quítate que ahí te voy".
Los grandes ríos de Veracruz, que en 4o. año de primaria nos los enseñaron y que nunca jamás olvidaremos, están contaminados. El río Tuxpan, en quien pensó el gobernador de Nuevo León para llevar agua de ese caudal a su tierra, está contaminado, además del tremendo esfuerzo de dinero y tiempo que significa llevarlo hasta allá, tras varios años de trabajos. Todos los ríos de Chiapas -los de la selva, a excepción del río Sendales-, están contaminados…con heces fecales, porque las plantas de tratamiento de aguas residuales, más de 100 medio construidas, no se terminan porque la parte que les corresponde a los municipios -personal y mantenimiento-, nunca los llegan a aportar. Solo las plantas de la capital funcionan, lo que permite que su descarga al río Sabinal y este al cañón del sumidero, se hagan sin estiércol humano, que no exime a tantos otros municipios que descargan al Grijalva sin pudor alguno. Es una tragedia.

III
Cito: "Sac Actún, que en Maya quiere decir "cueva blanca", es actualmente el sistema de cuevas inundadas más grande del Mundo. Localizado bajo Tulum, Sac Actún se extiende 347 kilómetros y cuenta con más de 200 cenotes. Hasta 2018, su mapa trazaba 263 cuevas inundadas. pero también en ese año, se comprobó que el sistema Dos Ojos, de 83 kilómetros, está conectado a él, arrebatándole el título a Ox Bel Ha, que registra 270 kilómetros. Además, es posible que Sac Actún se encuentre conectado con otros tres sistemas cercanos. Quintana Roo cuenta con más de 1400 kilómetros de pasajes subterráneos inundados, los cuales resguardan la historia remota y reciente, contienen grandes reservas de agua dulce y son el sustento de una gran diversidad".
La península de Yucatán posee un acuífero enorme, que representa el 33% del agua dulce de México. Como lo leen. Esta agua subterránea es vulnerable a la contaminación, en tanto que las características del subsuelo poroso, lleno de fracturas y conductos, facilita que todo lo que se encuentra a nivel del suelo -incluidos los contaminantes-, se disuelvan y se transporten a esa gran reserva.
Sostén vital para la península de Yucatán, las cuevas y cenotes del Acuífero revelan secretos sobre las culturas mayas originarias gracias a la arqueología subacuática que ya se realiza intensamente.
Quintana Roo, pues, cuenta con más de 1400 kilómetros de pasajes subterráneos inundados, los cuales resguardan la historia remota desde los primeros pobladores de América, vestigios de la cultura Maya, restos de piezas de cerámica, restos humanos en ofrenda y en rituales mortuarios así como fauna extinta, como osos, tigres dientes de sable, brontosuarios, caballos y elefantes antiguos, extinguidos por los asteroides de grandes dimensiones que impactaron en la península, hoy de Yucatán. Hay, en el fondo del agua, una memoria infinita que guarda todavía gran información de lo que el hombre y los seres vivos, animales y plantas, ha sido en su paso por esa tierras y que solo la tenacidad de los extraordinarios buzos llegados de todo el Mundo con Guillermo de Anda a la cabeza, espléndido explorador de National Geographic e investigador del INAH, gran buzo mexicano, valiente hasta las cachas como todos sus compañeros del proyecto Gran Acuífero Maya.
-¿Le habrán dicho todo esto al presidente?-
Este era un gato con los pies de trapo y los ojos al revés…quieres que te lo cuente otra vez?
En la tercera parte hablaré del suelo peninsular poroso y el peligro de sus profundidades que hoy son la principal reserva de agua dulce del país y su futuro.

CD/GL