José Pagés Llergo, periodista legendario que fundó varias revistas, entre ellas Siempre¡ nació el 20 de septiembre de 1910 en San Juan Bautista (Hoy Villahermosa, Tabasco) y murió en la Ciudad de México el 23 de diciembre de 1989.

Le decían El Chelo (Chel: rubio, en maya). A los 13 años vino a estudiar a la capital del país, donde cursó hasta el segundo año de secundaria. Se incorporó como mensajero al periódico El Demócrata y al desaparecer éste entró como compaginador al semanario El Heraldo de México. Viajó a los Ángeles en 1928 y desde 1929 fue corrector de pruebas, reportero, redactor, jefe de información y de redacción. En 1930 era, simultáneamente, reportero, de The Daily News. Regresó a México en 1937 junto con su primo Regino Hernández Llergo y ambos fundaron la revista Hoy –Regino, director, Pagés, jefe de redacción-, donde realizó reportajes de primerísima calidad como el denominado “Rey de México por tres días”.

Cuando estaba a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial viajó a Europa y estuvo presente como corresponsal de guerra en todos los puntos clave de la conflagración terrible, vio la invasión de Polonia por los ejércitos nazis, estuvo en el encuentro del Ejército alemán con el Ejército rojo, entrevistó a Hitler -lo hizo con profunda admiración por el Führer-, vio las grande concentraciones berlinesas –maravillado-, entrevistó al Papa Pío XII, fue a Japón y entrevistó al príncipe Fumimaro Konoe, que había dirigido la invasión japonesa en Manchuria. Señalado como simpatizante de las potencias del Eje, fue expulsado de la revista.

En 1942 ocupó brevemente la dirección de El Occidental, en Guadalajara. Volvió a la Ciudad de México y fue jefe de redacción de la revista Mañana; en 1948 fue nombrado director general de Hoy, publicación a la que en mayo de 1953 fue obligado a renunciar, y enseguida fundo Siempre¡ de la cual sería director general hasta su fallecimiento.

Infinidad de veces se ha relatado por qué y cómo nació Siempre¡, Pagés dirigía la revista Hoy (aunque ya no era de su propiedad, pues pertenecía a un próspero industrial, don Rafael Lebrija, seguía siendo obra suya) y en una ocasión llegó una foto, desde París, que mostraba a la hija del presidente Alemán con su cónyuge, a quien se le iban los ojos tras el cuerpo semidesnudo de una bella corista en un centro nocturno pomadoso. Pagés consideró esa foto de innumerable valor periodístico y la hizo publicar a gran tamaño. El dueño de la revista, más papista que el papa, exigió que a partir de ese momento todo el material pasara bajo su censura. Pagés renunció ipso facto y con él se fue la redacción entera. Sin dinero, sólo con entusiasmo, y fe, la nueva revista surgió bajo el doble emblema generoso y magnífico del Quijote y la Venus. En una de las reuniones previas al parto, cuando se buscaba el nombre adecuado para la criatura en ciernes, Vicente Ortega Colunga, fotógrafo y reportero veterano apuntó “Ya hizo Hoy, ya hizo Mañana, ahora sólo queda Siempre”. Y siempre¡ con el signo de admiración exaltador cerrando la palabra cabalística , quedó para la historia.

En 1979 recibió el Premio Especial, dentro del Premio Nacional de Periodismo e Información otorgado por el gobierno de la República, y el premio René Cassin (notable jurisconsulto francés, ardiente defensor de los derechos humanos, Premio Nobel de la Paz 1968); su discurso de recepción de esta presea fue “una conmovedora manifestación de humanidad”, “por no haber sabido defenderse y comprender, durante los horrores de la Segunda Guerra Mundial los sufrimientos de los encarnecidos y victimados”.

CD/YC