Ene 30, 2022 / 09:14

Ricardo Monreal

***Del anecdotario. El 15 de agosto de 2018, al ser aún presidente electo, López Obrador se reunió con los senadores de Morena para hacerles un encargo y una promesa.
“No soy hombre de compromisos con nombramientos y cuotas”, aclaró. Pero enseguida les pidió designar a Ricardo Monreal, su aliado desde 1996, como coordinador de la bancada.
Tres años después, bajo la acusación de que las derrotas de Morena en la CDMX eran atribuibles al exgobernador de Zacatecas, el Presidente dejó de invitarlo a Palacio Nacional; le transfirió el trato al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; abrió la sucesión y lo excluyó de la lista.
Con esa ley del hielo encima, Ricardo Monreal se autodestapó presidenciable y desplegó un activismo mediático, criticando el carácter antidemocrático de las encuestas como método de selección en Morena y el radicalismo presidencial.
Y continuó en su rol de diseñador de acuerdos con la oposición, requisito para concretar las reformas de López Obrador en materia eléctrica, electoral y Guardia Nacional.
Monreal sabe ahora que muchos fueron colocados en el grupo de “los desleales” a Palacio Nacional sin consultarles si querían ser parte del golpe en contra del jefe de bancada. Y aunque esto lastimó a varios senadores que preferirían no ser rehenes de la sucesión adelantada, es un hecho que el fervor que le tienen a López Obrador será suficiente para que, cuando él lo decida, le retiren el apoyo.
Por eso Monreal se apresuró a reconocer este jueves que carecía del respaldo de los suyos para crear la comisión y la enterró, turnándole la investigación de Veracruz a la Comisión de Derechos Humanos, que encabeza Kenia López Rabadán (PAN).
Los susurros de Palacio apuntan que el relevo llegará a más tardar en mayo.

Otras: