Alfredo Chavero, abogado, político liberal y director por algún tiempo de El Siglo Diez y Nueve, nació el 1 de febrero de 1841 y falleció el 24 de octubre de 1906.

Estudió en el colegio San Juan de Letrán hasta tener el título de abogado. Como diputado ante el Congreso de la Unión defendió la causa liberal. Ocupó diversos puestos públicos en el gobierno del Distrito Federal (ahora Ciudad de México), en el ayuntamiento y en la Secretaría de Relaciones.

Combatió la intervención y el imperio y fue prisionero de los franceses. Al restaurarse la república dirigió temporalmente El Siglo Diez y Nueve y fue igualmente director de la escuela de Comercio y del Colegio Vizcaínas.

Como literato se identificó con los ideales románticos y nacionalistas, escribiendo barias obras teatrales inspiradas en nuestro pasado indígena, tales como Xóchitl y Quetzalcóatl. Escribió además comedia, sainetes, dramas de crítica social e incluso óperas. Se distinguió también como historiador; realizó estudios sobre el calendario azteca y colecciono códices, documentos y libros sobre nuestro pasado.

Polígrafo muy destacado, dejó trabajos muy relevantes de mérito como los tenidos en apuntes viejos de la bibliografía mexicana, publicados entre 1903 y 1907 referentes a Motolinia, Mendieta, Sahagún, Sigüenza, Betantancourt, Morfi, Vega Tobar, Veitya.

Escribió el volumen relativo al México prehispánico en México a través de los siglos, Pinturas jeroglíficas (1901) y Los signos de los días (1902).

Vicente Riva Palacio le dedicó el “Cero” que apareció principalmente en La República el 16 de febrero de 1882. Al pasar el libro le agregan la parodia de las facultades interpretativas de Chavero, así como lo que dice al final sobre las incongruencias de la arqueología.                  

CD/YC