Exposición revela la faceta de agudo dibujante de Gustavo Adolfo Bécquer

Sevilla.- El Museo de Bellas Artes de Sevilla dedica una muestra a la familia Bécquer y ofrece un apartado inédito dedicado a los dibujos satíricos poblados por esqueletos del autor de Rimas y leyendas. Trazos en hojas sueltas, dos álbumes completos y un pequeño cuaderno anexo “permiten acercarse a las sorprendentes temáticas que cultivó el poeta con mano diestra”.
Según la junta en un comunicado, la muestra pone de relieve “uno de los aspectos menos conocidos del legado del popular autor sevillano, revelando la gran calidad, precisión, ironía y agudeza de su plumilla”, en palabras de la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo.
Para la directora del Museo de Bellas Artes de Sevilla, Valme Muñoz, esta selección permite que “por primera vez se presenten al público los dibujos de Gustavo Adolfo Bécquer con la debida atención que merecen”.
Además de escribir poesía, prosa, relatos y crónicas periodísticas, el autor sevillano, uno de los más leídos y apreciados en lengua española, dibujaba en hojas sueltas y en cartas, cuadernos, álbumes e, incluso, en sus manuscritos.
No en vano había nacido en el seno de una familia de artistas sevillanos: su padre era José Domínguez Bécquer, iniciador de la saga; su tío, el codiciado pintor costumbrista Joaquín Domínguez Bécquer, y su hermano mayor, Valeriano, uno de los más agudos dibujantes de mediados del siglo XIX.
Obras codiciadas
Nacido en Sevilla en 1836, con apenas 12 años, Gustavo Adolfo entró en la Escuela de Bellas Artes, situada entonces en el Museo de Pinturas –hoy, Museo de Bellas Artes de Sevilla–. Sin embargo, pronto abandonó los estudios académicos al parecerle rutinarios. Pasó entonces al taller de su tío, Joaquín, en el que coincidió con su hermano, Valeriano, quien estaba aprendiendo allí el oficio.
El poeta, quien además mostró buenas dotes para la música, quiso seguir la carrera de pintor de la mano de su influyente tío. A pesar de que su intento de llevar a cabo una carrera pictórica resultó fallido, Gustavo Adolfo dibujaba muy bien, como demuestra que sus obras fueran muy codiciadas por sus contemporáneos.
El autor de La cruz del diablo regalaba entre sus amigos y conocidos los dibujos salidos de su pluma. Obras que, en muchos casos, como ha documentado el catedrático emérito de literatura española de la Universidad de Zaragoza, Jesús Rubio Jiménez, han desaparecido. Sólo se tienen referencias de la existencia de algunos, incluyendo un autorretrato, pero no hay constancia de los originales, “siendo muy pocos los que han llegado hasta nosotros”.
Asimismo, conforman el quinto bloque de la exposición Los Bécquer, un linaje de artistas, que reúne en la pinacoteca sevillana hasta el próximo 15 de marzo más de 150 obras –entre óleos, dibujos, acuarelas, litografías y libros– de estos cuatro integrantes de la familia Bécquer, prestados para la ocasión por hasta una decena de instituciones y colecciones andaluzas, nacionales e internacionales.
Entre las piezas expuestas destacan dos dibujos en hojas sueltas de papel, uno realizado en tinta y otro con grafito. El primero, fechado en torno a 1860, representa a un gitano, que viste un traje corto, está tocado por un gran catite y porta un cayado, una manta y unas tijeras. Atributos que parecen indicar el oficio de esquilador y que, según informa el comisario de esta muestra, el historiador del arte Manuel Piñanes García Olías, “inducen a pensar que representa a un personaje real que Gustavo Adolfo llegó a conocer”.
Jugar tenis con una calavera
El segundo de los dibujos trazados en una hoja suelta tiene una naturaleza muy distinta, dado que es una creación satírica y grotesca protagonizada por uno de los temas más recurrentes en la obra gráfica del poeta: los esqueletos.
En este caso, representa a un diestro, con muleta y capote, plantado frente a la osamenta de un toro a punto de ser rematado. Las desconcertantes imágenes de esqueletos también pueblan el pequeño cuaderno, anexo a un álbum y recogido en esta muestra titulado Les morts pour rire: Bizarreries dédiées à mademoiselle Julie, par G A Becker.
En todo caso, estas fantasmagorías no eran una rareza en la época, toda vez que, como indica el profesor Rubio, “resultan cotidianas en su contexto posromántico”. Si bien Gustavo Adolfo dio un paso más allá al incorporar estos esqueletos satíricos al catálogo de sus obsesiones literarias, representado, entre otras escenas fantasmagóricas, a una pareja de esqueletos jugando al tenis con un cráneo, una función circense con esqueletos saltando a través de un aro, tumbas que acogen el cadáver esquelético de una joven doncella, la ceremonia de un cortejo amoroso en el que ella y él son sólo huesos o un duelo a muerte entre esqueletos montados a un caballo y esgrimiendo una lanza.
Por último, la exposición reúne dos álbumes que constituyen “el mayor conjunto de la obra plástica conocida de Gustavo Adolfo”. Se trata de los álbumes de Julia Espín, a cuya tertulia familiar paterna en Madrid acudieron con asiduidad los hermanos Bécquer. Custodiados en la Biblioteca Nacional, despliegan una buena muestra de los temas y asuntos que interesaron al poeta: escenas teatrales, dibujos grotescos y otros que reflejan el universo del mundo femenino.
Uno de los más modernos de esta serie es, sin duda, el que muestra a un hombre durmiendo, agitado por una pesadilla mientras es observado atentamente por un diablo burlón que lleva una inquietante mujer atada por un hilo a modo de cometa.
La influencia de los monstruos de Goya y una portentosa imaginación sobrevuelan estos dibujos de trazo firme e innegable calidad artística. Como colofón de ese apartado, se incluye el retrato del poeta realizado por su hermano Valeriano, que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla y ha sido restaurado para la ocasión.
También se exhibe una primera edición de Rimas y leyendas, que sólo vio la luz de manera póstuma en 1871 –el poeta había fallecido un año antes– a iniciativa de sus amigos, que tuvieron que hacer una suscripción popular para publicarlas. Es una obra fundamental en la historia de la literatura, que tardaría más de un lustro en alcanzar el inmenso aprecio y popularidad de la que ahora goza.
Con información de: La Jornada
CD/AT
Notas del día:
Dic 30, 2025 / 15:29
Incendio en Alvarado; mueren cuatro gallos de pelea
Dic 30, 2025 / 14:55
Justifica Fiscal de Veracruz vinculación a proceso de reportero 📹
Dic 30, 2025 / 14:52
Empezó la FGR peritaje del descarrilamiento del tren; apoyan especialistas
Dic 30, 2025 / 14:16
Anulan elección en Tamiahua y devuelven triunfo a MC en Jáltipan 📹
Dic 30, 2025 / 14:03
Es detenido en Puebla excomisario de la Policía Municipal de Papantla
Dic 30, 2025 / 13:45
René Lara cierra el año entregando obras y mejoramiento de calles de Tula
Dic 30, 2025 / 13:42
Oncología de la Torre Pediátrica de Veracruz cierra año con atención estable y avances 📹
Dic 30, 2025 / 13:39
Revelación de género sale mal y el rostro de la abuela se vuelve el espectáculo
Dic 30, 2025 / 13:08
Murió Francisco Barrio Terrazas, exgobernador de Chihuahua; panistas lamentan fallecimiento
Dic 30, 2025 / 12:41
Dic 30, 2025 / 12:10
Sigue en vivo la toma de protesta de Daniela Griego como alcaldesa de Xalapa
Dic 30, 2025 / 11:57












