*La información de la fiscalía de Tamaulipas detalla que los doce sujetos implicados tenían más de 80 números distintos para engañar a sus objetivos en Matamoros principalmente

Un operativo coordinado entre autoridades federales y estatales permitió la desarticulación de una red de extorsión que operaba desde el Centro de Ejecución de Sanciones (CEDES) de Reynosa. Desde ahí, sus integrantes dirigían amenazas principalmente contra adolescentes y adultos mayores del municipio de Matamoros, informó oficialmente la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas (FGJET).

De acuerdo con la dependencia, la intervención formó parte de la Estrategia Nacional contra la Extorsión, implementada para frenar el crecimiento de este delito en la frontera norte. Los trabajos de inteligencia confirmaron que la célula utilizaba alrededor de 80 líneas telefónicas de diversas compañías y más de 70 cuentas bancarias, donde se concentraban los depósitos exigidos a las víctimas.

El esquema financiero y telefónico permitió establecer patrones de operación y rutas de cobro, lo que derivó en la solicitud de órdenes de aprehensión. Con ello, fuerzas estatales, federales y personal de inteligencia lograron capturar a 12 presuntos responsables identificados como

César Enrique “Z”,
Edgar “C”,
Enrique “A”
Jesús “C”
Juan Diego “G”
Talos Luciano “T”
Felipe de Jesús “V”
Martín “M”
Medardo Ernesto “M”
Vicente “M”
Juan Francisco “R”

Además, a otro sujeto conocido como Eduardo “G” se le cumplimentó orden de aprehensión por el delito de extorsión.

Las autoridades precisaron que, tras su detención, se informó a cada imputado sobre sus derechos y fueron puestos a disposición de la instancia correspondiente, que definirá su situación jurídica en las próximas horas.

Operativo con fuerzas federales: ¿quién colaboró para detener a los doce presuntos delincuentes?
En la acción participaron elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), Secretaría de Marina (Semar), Fiscalía General de la República (FGR), Guardia Nacional (GN) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Esto además de las áreas especializadas de la fiscalía estatal y corporaciones de seguridad de Tamaulipas.

La presencia de todas estas autoridades responde, según el comunicado, a la necesidad de desarticular estructuras completas de extorsión que, pese a operar desde centros penitenciarios, mantienen alcance regional y afectan directamente a comunidades vulnerables.

El grupo detenido habría centrado sus amenazas en poblaciones jóvenes y adultos mayores, sectores que presentan mayor grado de indefensión ante llamadas intimidatorias y transferencias bajo presión.

Un esquema sostenido desde prisión
Las autoridades confirmaron que la célula aplicaba un modelo de extorsión telefónica operado desde el interior de un penal, basado en líneas desechables, presión psicológica y dispersión de depósitos para evitar el rastreo.

Se trata de un esquema sostenido por operadores internos y cómplices en libertad, diseñado para mantener el flujo de dinero incluso cuando alguno de sus integrantes era identificado.

Selección dirigida de víctimas en Matamoros; sobre todo, enfocada en adultos mayores y jóvenes con menor acceso a información preventiva.

Uso de teléfonos celulares ilícitos dentro del penal con líneas rotativas que cambiaban constantemente para impedir rastreo. Amenazas directas con narrativas criminales: agresiones físicas, supuestos secuestros y vigilancia simulada.

Depósitos fragmentados en 70 cuentas bancarias abiertas con identidades prestadas o robadas.
Red externa encargada de retirar el dinero y redistribuirlo sin dejar patrones detectables.
Intensificación de llamadas, con hasta 30 comunicaciones en un día para quebrar la resistencia de las víctimas.

Extorsión desde prisión: un fenómeno persistente en Tamaulipas
En los últimos años, Tamaulipas ha registrado un incremento en denuncias por extorsión telefónica vinculada a centros penitenciarios. Según autoridades estatales, este fenómeno se ha sostenido gracias a sistemas de comunicación clandestinos y redes externas encargadas del cobro, que permiten mantener activos los esquemas delictivos aun cuando los operadores se encuentran privados de la libertad.

El caso del CEDES Reynosa se suma a otros episodios en los que las corporaciones han detectado líneas telefónicas, chips, tarjetas y mecanismos de transferencia que habilitan estas operaciones.

Fuentes oficiales señalaron que la célula desarticulada utilizaba un método basado en amenazas directas, simulación de secuestros y presión constante, lo que generó un patrón recurrente en Matamoros y zonas aledañas.

Gobierno federal: prioridad en combate a la extorsión
Tras el operativo, el Gabinete de Seguridad federal reafirmó su compromiso de reducir este delito, considerado uno de los más dañinos para el patrimonio familiar y para el entorno económico local. En su posicionamiento, agregó que la coordinación con el Gobierno de Tamaulipas seguirá reforzándose para impedir que desde penales estatales se articulen nuevas redes.

Las autoridades no informaron si existen más personas identificadas o vinculadas a esta estructura. Sin embargo, confirmaron que las investigaciones continúan abiertas y que se dará seguimiento a las líneas de inteligencia financiera para ubicar la totalidad de los recursos generados por la red.

Con información de: Infobae

CD/GH