Nov 12, 2025 / 10:49

Elsa Cross exhorta a los jóvenes a despertar y afirmarse a sí mismos

México.- La poeta y ensayista Elsa Cross refirió que hay “síntomas preocupantes” en el actual paradigma amoroso: “nadie sabe para dónde o qué se puede o qué se debe hacer o qué quedó fuera de ese nuevo esquema que quiere surgir e implantarse”.

La autora, quien retoma en su más reciente poemario Tu otro nombre (Ediciones Era) una forma tradicional de relación, comentó a La Jornada que hace poco fue jurado de un concurso de poesía para jóvenes en el que “no había un solo poema de amor. ¿A qué le suena eso? Pues a una crisis del demonio, a una crisis tremenda”.

Cross añadió que se trata de una evolución natural “que está bien, pero ojalá no se les pase la mano ni a los chavos ni a las chavas, porque podría llegar el momento en que no van a saber cómo relacionarse ni qué hacer. Sería un desastre completo”.

Ante la delicadeza de esta situación pidió “cuidar de no lesionar partes muy sutiles, tanto del instinto femenino como masculino, que estén atentos a eso, que lo sepan escuchar dentro de sí mismos y no a través de lo que digan grupos feministas o de afirmación masculina, que escuchen lo que les dicen sus propios cuerpos y mentes”.

Lamentó que el peligro ya esté materializándose, pues ya muchos jóvenes no saben para dónde y “si están esperando que un influencer en las redes les dé la clave, están peor de perdidos que el influencer. Tienen que despertar hacia una afirmación de sí mismos y, a partir de ello, que dejen de estar oyendo lo que les diga cualquier baboso”.

En su más reciente título parte de una “voz femenina que no siente la necesidad de afirmarse frente a nada. Es una voz que está ya afirmada”.

La autora imparte hoy una conferencia sobre su libo La locura divina: Poetas místicas de la India, en la librería U-Tópicas a las 18 horas (Felipe Carrillo Puerto número 60, Coyoacán). Y el 29 de noviembre, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, presentará Tu otro nombre.

Formas inagotables del amor

La locura divina –expuso– se relaciona con el amor, el loco de todos, el que ocurre “por un ser inmaterial, al cual no han visto, nunca van a ver ni a tocar físicamente. Y enloquece peor que nadie. Eso sí es más intrigante”.

Recordó que “el amor ha tenido una increíble diversidad de tratamientos en la poesía, lo mismo que en la pintura o la escultura; diría que incluso en la música, y han reflejado muy distintas formas del amor; creo que es inagotable.

“La literatura, si se hace un recuento de la poesía amorosa occidental, simplemente de Safo a la lírica occitana, pasando por Roma, tendríamos muchos rostros, actitudes y visiones del mundo muy diferentes entre sí. Lo que realmente importa, sin embargo, es la experiencia interna del amor.”

La ganadora del Premio Xavier Villaurrutia destacó la autenticidad del vínculo amoroso plasmado en obras clásicas. Lo asoció con lo “terrible y sublime, intenso, horroroso, extraordinario, loco. Es que el amor puede ser todo, de acuerdo con el grado de intensidad con que alguien se conecta con él”.

El libro Tu otro nombre surgió cuando la autora encontró unos 40 poemas que consideraba perdidos hace más de tres décadas. Los releyó y conectó con la emoción que expresaban. Se inspiró así para continuarlos hasta llegar a producir 173 textos, los que se reunieron en la edición de este año.

Cross reconoció que “la emoción volvió. Es como si algo igual que los poemas se quedara perdido en una paleta; todo eso se hubiera quedado archivado en algún punto de mi subconsciente y fue recuperarlo de esta manera muy extraña y muy viva también, porque pude seguir escribiendo con la misma intensidad con que había escrito los poemas originales”.

En Tu otro nombre se halla lo sensible, “si no qué clase de libros de poemas de amor sería. Si no hubiera esa sensualidad y esa corporeidad presente, junto con estratos más internos, más profundos. Trato de conjuntar esas dos cosas: el cuerpo y toda la conciencia que hay detrás, llamada alma también”, mencionó la traductora.

“La poesía –continuó Cross– es la capacidad, la experiencia, la percepción, la memoria, el sueño, la invención y también cierto tipo de experiencias que uno no acaba ni siquiera de entender. Son cosas que apenas se intuyen y más bien se revelan para escribir el poema.”

En torno a la diversidad de elementos que puede expresar la poesía, señaló que “la belleza es sólo una categoría del arte y junto está lo feo, lo sublime, lo grotesco. En la India, por ejemplo, se habla de sabores, literalmente rasa en sánscrito: los impactos, los efectos que causan la contemplación artística, sea de música, sea teatro, sea poesía.

“Hay ocho o nueve rasas o sabores distintos, que es el sabor de lo erótico, de lo heroico, del miedo, de muchas otras cosas, y el de la serenidad completa, que es una dicha extraordinaria, pero después de que se ha pasado por todos esos ires y venires, esos sube y bajas y azotes de todo tipo. Es parte de lo mismo, parte de la vida todo eso y el arte tiene que reflejarlo, reinventarlo”, concluyó.

Con información de: La Jornada

CD/AT

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